Se trata de una antigua cueva actualmente situada a la orilla del mar, en Torremolinos, que fue lugar de asentamiento humano durante el Paleolítico y el Neolítico-Calcolítico. Se sitúa en una zona muy alterada hoy por las edificaciones, alteraciones que han afectado a la conservación de los depósitos arqueológicos y han motivado que su investigación (a partir de 1989) se haya desarrollado en el marco del programa de intervenciones arqueológicas de urgencia. Se han identificado 19 unidades estratigráficas que corresponden al Paleolítico Medio (Musteriense), al Paleolítico Superior (Auriñaciense, Gravetiense y Solutrense) y al Neolítico Final-Calcolítico. Su importancia actual reside en el hecho de haberse obtenido en ella información muy relevante para el estudio del proceso de cambio entre el Paleolítico Medio y el Superior en Andalucía. (g.m.f.) |