m.Deporte que se practica con una bola y un stick "palo" entre dos equipos de once jugadores cada uno. El terreno de juego ha sido de varias superficies, pero actualmente es obligatorio que sea de césped artificial, preferentemente de agua o, en su defecto, de arena de sílice. Se practica en un campo de 91,40 m. de largo por 50,30 m. de ancho, con unas porterías que miden 3,66 m. de ancho por 2,13 m. de alto. El stick posee una cara plana y otra curva. La cara plana se utiliza para poder detener, pasar o golpear la pelota, que antes era de cuero y corcho y que en la actualidad es de plástico macizo. La utilización de la cara curva está prohibida. Sólo son válidos los goles conseguidos desde el interior del área de envío y únicamente el portero puede tocar la pelota con el pie y dentro del área. Las máximas penalizaciones son el penalti-córner , cometido dentro del área de envío, y el penalti-strocke , que se produce por la detención antirreglamentaria de un tiro que ya haya rebasado al portero, por una falta cometida dentro del área de envío o por una falta intencionada dentro de la línea de 22 metros. Cada partido consta de dos tiempos de 35 minutos de duración, con un descanso de diez. En la actualidad no existe el fuera de juego y los cinco jugadores del banquillo se pueden intercambiar con los del terreno de juego sin límite.
Una modalidad del hockey hierba es el hockey sala, practicado por equipos de seis jugadores en un terreno, generalmente de madera o sintética, de 20 m. por 40 m. Las porterías son de dos m. de alto y tres de ancho.
En Andalucía. El hockey hierba llega a Andalucía de la mano de Pepiño Gutiérrez, quien tras jugar en varios equipos de La Coruña regresa a Cádiz y funda la Federación Andaluza de Hockey Hierba-Sala, aunque entonces se juega en tierra, gravilla y albero. En 1958 se disputa en la plaza José Antonio Primo de Rivera el Campeonato de España de Sala masculino y femenino, en el que participa el Cádiz C.F., que se convierte en el abanderado del hockey en Andalucía al conquistar el título en categoría femenina en 1958, 1960 y 1963, y el masculino en 1969. Hay otros equipos de solera como I.S. Puerto Real, Fernando Santo, Valcárcel, Avante, San Fernando, OJE, CID o San Severiano. Los partidos se jugaban sobre todo en La Bolera, Portillo, en el Instituto Valcárcel y en otros colegios. En 1968, Juan Antonio Samaranch, por entonces delegado nacional de Educación Física y Deporte, inaugura las instalaciones de Pablo Negré en Caño Herrera. En la década de los setenta surgen nuevos equipos como San Jaime, Sindicales, Guardia de Franco, Sagrada Familia o La Caleta, pero la mayoría desaparece por falta de patrocinadores y, sobre todo, por la normativa que exige jugar en césped sintético, que por entonces no había en Andalucía. No es hasta los años noventa cuando en el complejo Bahía Sur de San Fernando se construyen, sobre las antiguas instalaciones de Pablo Negré, campos de hierba, lo que hace que la actividad se concentre en esta ciudad, en la que nacen nuevos equipos, hasta que en junio de 2000 se fusionan los clubes Amigos del Hockey e Isla de León para formar un potente equipo, el San Fernando, que revitaliza este deporte en la provincia de Cádiz, de la que salen grandes jugadores y jugadoras en distintas épocas como Antonio Pérez López "Nonín", Emilio Luna, Ana y Marieta Fernández, Lucrecia Pérez, María del Rosario Galán y Ana Garrido, todos ellos internacionales.
Hockey sevillano. Sevilla es otro de los focos importantes de este deporte. José Gómez Cabrales llega de Cádiz y funda la Federación Sevillana. El club Astilleros es la base del hockey en la ciudad. Después aparecen el Stick y un equipo para universitarios en la Escuela de Peritos Industriales. Los hermanos Vázquez, Joaquín, Antonio, Fernando, Jesús y Luis deciden a principios de los años sesenta convertir su equipo de fútbol, el Duero de Heliópolis, en club de hockey hierba, proclamándose durante varios años campeones de Andalucía. Junto a ellos, los hermanos Mijens, Manuel Alarcón, Julio González y Joselu brillan en una época en la que los hermanos Franco fundan otro equipo en la Escuela de Aparejadores, que disputa la Liga Universitaria y se refuerza con jugadores del Duero. Se proclaman subcampeones de España en Salamanca. De la mano de Pedro Rodríguez de la Borbolla nace otro equipo en la Facultad de Derecho que juega tanto a nivel universitario como federado, mientras en Tablada se crea el Aeroclub de hockey hierba. Todos estos equipos son el germen que en los años setenta da lugar al nacimiento de otro muy potente en el Colegio Claret, al frente del cual se pone Antonio Vázquez. De esta forma, el padre Miguélez, que tenía a su equipo de hockey patines en División de Honor, consigue que en el colegio se juegue también hockey hierba y sala, hasta el punto de poder competir en esta modalidad con los potentes equipos gaditanos hasta proclamarse en cuatro ocasiones campeones de Andalucía.
Mari Carmen Rivero y María Antonia Bujalance son las pioneras en el hockey femenino sevillano, la primera en Las Irlandesas, en las que se juega hierba y sala, y la segunda al fundar el club Antorcha en San José Obrero, que sólo compite en sala. En el club Pineda nace otro equipo de hierba en el que se integran muchas ex jugadoras de Las Irlandesas. Bujalance es pieza clave más tarde, junto a Pedro Rodríguez de la Borbolla, en la aparición del equipo femenino de Derecho. Cinco hijas de Joaquín Vázquez, María, Eugenia, Patricia, Belén y Chiqui juegan en Las Irlandesas, pero su padre funda en 1987 el club Duero femenino con todas ellas y con las jugadoras del Astilleros, que reactiva Inmaculada Cortés. El Duero se convierte en un vivero de grandes jugadoras y tres de ellas, Reyes Romalde, Yolanda Mige y Eugenia Vázquez acuden en varias ocasiones a la selección nacional, aunque no llegan a debutar en partido oficial.
En las décadas de los setenta y los ochenta se crea una liga local con ocho equipos masculinos y cinco femeninos, a la que se incorporan los equipos de la Universidad. A finales de los ochenta desaparecen muchos clubes al no existir campos de césped artificial. Sólo se mantienen activos los equipos masculino y femenino de la Facultad de Derecho, gracias a la labor de Pedro Rodríguez de la Borbolla, que consigue que en los años noventa se construya un campo de césped artificial en Amate.
Con las nuevas instalaciones municipales, el Universidad de Sevilla cobra fuerza y asciende a División de Honor el equipo femenino, manteniéndose durante ocho temporadas. Juega las semifinales de la Copa de la Reina en hierba, pero es en la modalidad de sala donde consigue sus mayores éxitos, al proclamarse campeón de la Copa de la Reina en 1999, lo que le permite jugar la Copa de Europa en 2000. En el Universidad de Sevilla militan jugadoras internacionales como María del Carmen Barea, Rosario Teba, Mónica Rueda, María Pérez, Susana Barrios y Marta Pumar, que siguen los pasos de Mireya Sánchez Molini, la primera sevillana que juega en la selección nacional. Diego Cabeza es el entrenador de este gran equipo femenino, con lo que culmina una dilatada trayectoria como jugador y como técnico: subcampeón de España Interuniversitario con el equipo masculino de hockey hierba de la Facultad de Derecho en 1993 y 1994; entrenador del equipo campeón de España Interuniversitario femenino en 1994; medalla de bronce del Campeonato de España Universitario de Hockey hierba masculino, con el equipo de la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla, en dos ocasiones (1977 y 1978); entrenador del equipo de hierba femenino de la Facultad de Derecho que logra el título de subcampeón de España Universitario (1980) y el de campeón de la Primera División Nacional de hockey hierba femenina (1994). Entrenador del equipo de la Universidad de Sevilla en la división de honor masculina de hockey hierba durante las temporadas 1986-1987, 1987-1988 y 1988-1989, preside también la Federación Sevillana Hockey en dos ocasiones (1981-1983 y 1989-9192) y es director del Servicio de Actividades Deportivas de la Universidad de Sevilla (SADUS) desde su fundación en 1987.
Andalucía oriental. En el resto de las provincias andaluzas se desarrolla también este deporte a partir de los años sesenta, siempre gracias al trabajo impagable de algunos amantes de este deporte, como es el caso de Pedro Tapia y Rafael Florido, en Málaga, con la Escuela Francisco Franco y el Colegio Menor Mediterráneo como principales focos. Gracias a ellos surgen figuras como Santiago Fernández Aragüez, que se marcha a Madrid y gana cuatro ligas y dos Copas del Rey como jugador del Club de Campo. Santiago participa en los Juegos Olímpicos de Múnich 72 y Montreal 76, y conquista con España el Campeonato de Europa de 1974. Internacional absoluto en 38 ocasiones, se dedica a entrenar cuando se retira y llega a ser seleccionador nacional sub 18. También a orillas del Mediterráneo surge un gran entrenador como Antonio Guerra Reina, que como seleccionador nacional sub 16 logra la medalla de plata en la Copa de Europa en 1985, 1993 y 1995 y de bronce en 1990, 1991 y 1992, así como la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Atlanta y la de oro en la Copa Intercontinental de Malasia 97, en ambos casos como segundo entrenador de la selección nacional absoluta. No hay que olvidar tampoco a Alfredo Fernández Romero, campeón de España tanto en hierba como en sala y campeón de Europa en sala en 1985. Es preseleccionado para los Juegos Olímpicos de Seúl y Barcelona. En la década de los ochenta hay equipos de prestigio como el Domingo Lozano, Universidad Laboral y Caja Ronda, mientras que, a principios del siglo XXI, los clubes más destacados son Málaga 91, Benalmádena, Caja Rural de Málaga, Domingo Lozano y Colegio Europa.
Manuel Garrido Costela es el impulsor del hockey hierba en Granada a mediados de los años sesenta. Se juega sobre todo en los colegios y en la Universidad. En 1981 surge la figura de Julián Murillo, quien accede a la presidencia de la Federación Andaluza años después, cargo en el que todavía se mantiene y desde que da un gran impulso a este deporte en la provincia. En el año 2000 consigue que haya instalaciones de hockey hierba. Otra figura emblemática del hockey en esta provincia es Manuel Lozano Trujillo, con un amplio historial como jugador "todavía está en activo en el San Fernando" y que como entrenador y presidente impulsa al Garnatha hasta la Primera División Nacional, además de desarrollar una importante carrera como árbitro.
Alcalá la Real es el lugar en el que se empieza jugar al hockey en Jaén. Al principio se practica en sala, pero en 1995 se inaugura un campo de hierba artificial por el que pasan las mejores selecciones del mundo, lo que fomenta mucho la práctica de esta modalidad. Entre sus mejores exponentes se encuentra Mónica Rueda, campeona olímpica en Barcelona"92, que sale del equipo de Alcalá la Real.
En Almería se empieza a jugar al hockey en los años noventa y casi siempre se practica en sala. El Huércal de Almería y el Viator son los clubes más destacados. De este quipo sale Raquel Huertas Soler, que es internacional en casi medio centenar de ocasiones y que ahora, tras jugar varios años en el Orense, milita en el Sardinero de Santander. [ Máximo Pérez Jimenez ].
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