(JA).Municipio situado en el noreste de la comarca jiennense de Sierra Mágina, a 647 m. de altitud sobre el nivel del mar. Cuenta con una población de 12.135 h. de hecho, 149 km 2 de extensión superficial, y se encuentra a 60 km. de la capital provincial. Jódar limita con los términos municipales de Úbeda, Cabra de Santo Cristo, Huelma, Bélmez de la Moraleda y Bédmar Garcíez. Riegan sus tierras los ríos Guadalquivir y Jandulilla. Cabe mencionar los bellos parajes de Los Pinares, el Pilar de la Dehesa y la Fuente García, que son a su vez excelentes zonas recreativas donde comer o realizar una acampada. El Centro de Interpretación del Parque Natural de Sierra Mágina se encuentra ubicado en el Castillo de Jódar (de origen árabe), en su torre norte, lugar de obligada visita a todo aquél que desee información sobre este espacio protegido, desde donde se observan además magníficas panorámicas. Por su núcleo urbano discurre la carretera comarcal de Úbeda a Iznalloz, y a ocho km. se encuentra la estación de ferrocarril de la línea Linares-Almería.
Los restos arqueológicos encontrados en las proximidades de esta localidad atestiguan la presencia humana desde el III milenio a.C. Durante la etapa ibérica se lleva a cabo la colonización de todo el valle del Jandulilla, y de esta época encontramos el oppidum de la Loma del Perro. A finales de este periodo su término se puebla de torres, entre las que destaca la del Cerro de la Atalaya. Durante la época romana prosigue su dependencia de Úbeda la Vieja (Colonia Salaria), y el término de Jódar se ve rodeado por gran cantidad de villae romanas.
Con la ocupación de los árabes pasa a llamarse Saldar, y surge como pequeña aldea dotada de una fortificación reducida. Progresivamente, la población va aumentando en tamaño y, en el siglo X, llega a ser considerada como una de las 18 cabeceras de distritos administrativos de la cora califal de Yayyan (Jaén). En esta época se levanta una mezquita, de tres naves, sostenidas por columnas de mármol, y jardines, y la fortaleza se convierte en una alcazaba donde reside la corte árabe. Sawdar o Jaudar (nombre árabe que suena algo distinto al castellanizado después) era una de las primeras productoras de aceite de Jaén, hasta el punto que se la conocía como Gadir al-Zayt (el depósito de aceite). Es conquistada por Fernando III en el siglo XIII, y llega a ser un núcleo importante de la frontera con Granada. Poco después sería entregada, junto con Bédmar, como señorío de Sancho Martínez de Xódar. En 1272 el rey Alfonso X el Sabio le concede el título de Villa Leal y Fuero de Lorca, lo que incrementa su población. El 3 de enero de 1485 la reina Isabel la Católica autoriza a su guarda mayor, don Díaz Sánchez de Carvajal, a fundar mayorazgo en sus dominios de Jódar y Tobaruela. En el siglo XVI Jódar tiene un crecimiento de población importante (en buena medida por la llegada de moriscos granadinos tras la guerra de la Alpujarra), llegando su casco urbano a extenderse más allá del recinto amurallado. A principios del siglo XVII pasa a ser elevado de señorío a marquesado por Felipe III, y más tarde recae, por herencia, en la Casa de Frías. En el siglo XVIII, Jódar y toda la provincia de Jaén sufren largos periodos de carestías y epidemias. Pero es a partir de la segunda mitad de este siglo cuando llega el auge de la industria del capacho, con la expansión del cultivo del esparto y la masiva plantación del olivar en la provincia. La mayor parte de la población dedicada a esta actividad del esparto suele habitar en cuevas. La industria aceitera de Jódar se remonta al asentamiento de los árabes, y hoy se comercializa su aceite con la etiqueta de calidad Denominación de Origen Sierra Mágina. Sin embargo, la importante industria espartera que existe en otros tiempos queda reducida a artesanía (burritos y miniaturas).
Además de su Castillo, destacan numerosos edificios significativos, como la Torre Nueva, construida en el siglo XIII y recientemente restaurada; la Plaza de Armas, que se adecua como auditorio; la iglesia parroquial de la Asunción, de estilo renacentista; y en la Plaza de España destacan los edificios modernistas e historicistas. La Semana Santa, la Cruz de Mayo, el Corpus y la Feria de Septiembre (en honor a su patrón San José) ocupan el calendario de fiestas del pueblo de Jódar. En su gastronomía, rica y variada, destacan las migas y gachamigas, los andrajos y las pipirranas, realizadas con los inmejorables productos de sus huertas. Destacan, asimismo, sus alcaparrones y su excelente repostería de raíces árabes, como los "retorcíos" y los roscos de vino. Es propia también de este municipio una bebida tradicional consumida por los campesinos para entrar en calor en los fríos días de invierno: el risol, elaborado con azúcar, canela, pétalos de rosa y aguardiente. [ Ruth Ortega Mesa ].
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