Ciudad portuaria del norte de Marruecos situada a 80 km. de Tánger, en el litoral atlántico y a orillas del río Lucus, en un paisaje de marismas, bosques y huertas. Sus orígenes se remontan a la vieja ciudad de Lixus, a cinco km. de distancia de Larache, cuyas ruinas tienen gran interés arqueológico. Según la tradición, hacia el año 1100 a.C. los fenicios fundan tres ciudades en Occidente: Gades (actual Cádiz), Utica (en Túnez) y Lixus, en la margen derecha del río Lucus y a unos cuatro km. del mar. Sin embargo, los hallazgos arqueológicos no permiten ir más allá del siglo VIII a.C. En el año 42 d.C., bajo el reinado del emperador Claudio, Lixus se convierte en ciudad romana, y se construyen varios monumentos públicos y casas privadas ricamente decoradas, y su puerto se transforma en un importante foco exportador. A finales del siglo III y durante el IV d.C. se levanta una muralla que reduce a la mitad la superficie inicialmente habitada. Ahí comienza una etapa de imparable decadencia, aunque la ciudad debió estar poblada muy probablemente hasta el siglo XII.
Respecto a Larache, las escasas referencias que hasta el siglo XIII se dan en los textos medievales hacen muy difícil precisar sus orígenes. Posiblemente existiría un pequeño poblado de agricultores y pescadores, pero hay que esperar al siglo XV para que el nombre de Larache sea mencionado por los historiadores y viajeros de la época. Desde 1417 (dos años después de la conquista de Ceuta) la ciudad fue objeto de saqueos que se prolongaron durante varias décadas, por las continuas expediciones marítimas que a ella llegaron. A partir de 1471, cuando el rey Alfonso V de Portugal ocupa Tánger y Asila, Larache quedó prácticamente bajo influencia portuguesa, y sus habitantes la abandonaron ante la amenaza de una inmediata conquista, que nunca llegó a producirse.
Unos 20 años estuvo Larache despoblada, situación que trató de aprovechar el rey Juan II de Portugal para lograr la hegemonía portuguesa en el norte de Marruecos. A fin de lograr sus propósitos hizo construir en 1489, a unos 15 km. de Larache y en la margen derecha del río Lucus, una fortaleza que se llamaría La Graciosa. El sultán de Marruecos, Muhammad al-Shayj, ante la amenaza de la expansión portuguesa, pone sitio a la fortaleza y logra un acuerdo con Juan II para que sus tropas la abandonen. Larache y su zona circundante vuelven a estar así bajo dominio marroquí. En 1491 se organizaron las defensas de la ciudad, el recinto fue amurallado y se edificó un castillo en la boca del río, abriéndose una nueva etapa en la que, a pesar de las continuas incursiones portuguesas, se desarrolla un cierto comercio marítimo. Por los textos sabemos que sus habitantes hacían carbón, pescaban anguilas y vivían en un clima de relativa tranquilidad que se prolongó algunos años, hasta comienzos del siglo XVI, cuando los corsarios turcos y berberiscos hacen acto de presencia en el Atlántico. El puerto de Larache llegará a convertirse, a mediados de ese siglo, en un importante centro de comercio a la vez que en un concurrido refugio de piratas.
En 1610, tras el acuerdo alcanzado entre el rey de España Felipe III y el sultán saadí Muhammad al-Mamún, Larache pasó a estar bajo soberanía española. En esos momentos, una parte importante de su población estaría formada por moriscos españoles llegados en sucesivas oleadas, tras la toma de Granada. Bajo el gobierno del sultán alawí Muley Ismail, en 1689, los marroquíes ocupan de nuevo Larache. La ciudad fue repoblada por gentes de las regiones del Yebala y del Rif y, por su posición estratégica, jugó durante los siglos posteriores un papel destacado en la historia de Marruecos.
La Conferencia de Algeciras, en 1906, reconoció a Francia y España el derecho de organizar un protectorado en Marruecos, bajo un débil control internacional. En junio de 1911, las tropas españolas desembarcaron en Larache, ocuparon la ciudad y, tras un proceso diplomático, obtuvieron el derecho a permanecer en esta plaza. En 1912 se firman los acuerdos de Protectorado hispano-francés sobre Marruecos. Su zona norte, de unos 20.000 km 2 , quedó bajo soberanía española. Larache fue la capital de la región occidental del Protectorado hasta la independencia marroquí, en 1956.
A lo largo de su historia, Larache ha sido escenario de notables transformaciones en su trama urbana. El Zoco Chico, los restos de muralla, las torres y las puertas, el castillo, las mezquitas y el trazado sinuoso de la ciudad antigua contrastan con las construcciones del siglo XX, el Ensanche español y la ciudad moderna, en la que se unen varios estilos, destacando siempre el blanco y el azul de las fachadas. Tetuán y Larache son las dos ciudades del norte de Marruecos donde es más visible la impronta de la presencia española.
En la actualidad, su puerto es el centro de una intensa actividad pesquera, industrial y comercial que, junto con la agricultura, constituyen la base principal de su economía. Larache, con una población de 107.371 h. (censo de 2004), es una ciudad en pleno cambio. Por una parte, diferentes proyectos urbanísticos de gran envergadura se están poniendo en marcha en sus inmediaciones. Por otra, la Junta de Andalucía, en colaboración con las instituciones locales, desarrolla un amplio programa de rehabilitación urbana. [ María Dolores López Enamorado ].
|