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ARMA |
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Denominación que adoptan las comunidades de
andalusíes que se instalan en la curva del Níger, en el actual territorio
de Mali, a finales del siglo XVI. La denominación contaba con un sello de
prestigio en la zona, de modo que para sus habitantes eran una estirpe
superior a la población local originaria, a los elementos de origen
magrebí, los larabu, o los mercenarios, los aluchi, llegados también a la
región con las intervenciones de los sultanes saadíes de Marruecos en los
años 1591 a 1599. El origen del nombre hay que buscarlo en el
término
rumi
, "cristiano", o directamente porque estos
andalusíes son los primeros que usan armas de fuego en el área. Conservan
en su léxico palabras del árabe de al-Ándalus o del castellano que solían
emplear los moriscos
*
.
Las relaciones de al-Ándalus con esta región de
África se remontan al siglo IX, cuando las necesidades de materiales
preciosos, por el crecimiento económico, obligan a los emires omeyas a
entablar contactos con las entidades políticas norteafricanas que
canalizan el comercio del oro proveniente de la banda subsahariana. Esta
es una de las razones de los intercambios con los Rustumíes
*
de Tahert. La expedición de finales del siglo XVI es
llevada a cabo a iniciativa del sultán saadí de Marruecos por Yawdar
Pacha
*
, quien, tras la conquista del territorio, es
sustituido al no seguir sus instrucciones como gobernador de la zona por
Mahmud b. Zarqún
*
. A la muerte de éste, ocurrida a los dos años, en
1595, Yawdar volverá a tomar el poder y constituirá un reino en el área
que se mantiene hasta 1737, cuando los tuareg derrotan a los arma. Sin
embargo, los andalusíes se mantienen como señores de Tombuctú hasta la
entrada de los franceses en la ciudad en 1893. Desde el siglo XIII,
Tombuctú era el punto donde convergían las tres grandes rutas, oriental,
central y occidental, del comercio entre el África del norte y la banda
subsahariana. En nuestros días siguen constituyendo en ella una
aristocracia política y administrativa. ||
2.
Instrumento utilizado en los talleres de fundición a
la cera, que funciona como soporte del crisol en el momento de volcar el
metal líquido en las cajas de fundición. Su forma es la de una especie de
macetero elaborado con un entramado de pletinas de hierro, de cuyo aro
superior parten dos largas barras opuestas, por donde se sujeta el
instrumento una vez introducido el crisol.
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