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Z |
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Vigésima novena letra del alfabeto castellano, que marca los confines de un paso por el mapa andaluz, donde reinan Zafarraya, Zurgena, Zufre, La Zubia, Zuheros, las Zaharas de Cádiz, que rivalizan en bellezas serranas y marineras. La Z se arrastra por barrancos de zarzamoras, por suelos donde retumban los zapatazos de las dictaduras, donde los militares dejan los zarpazos del horror. Es también letra de noble impronta, elevada a la categoría de arte, en el zapateao flamenco. Es la letra que recoge, además, detritus sociales, en forma de zurrapas, zoquetes y zánganos a los que se combate con la mortífera zeta-zeta. En tan corto recorrido, luce en sus credenciales nombres señeros de hombres, como Zurbarán, y de mujer: María Zambrano, luz y guía del pensamiento andaluz, que surca por los atolladeros del exilio hasta regresar a los mares de Málaga; y Zenobia Camprubí, musa y compañera de amor y sacrificio de Juan Ramón Jiménez. La zafra, referida a todos los oficios de la recolección de la caña, es una palabra que llena de sustancia su breve denominación. La Z andalusí que nos da la paz con Zulema, nos busca tesoros con los zahoríes, nos vende sus especias en los zocos, mientras nos pinta los zócalos de azulete y nos procura la siesta en los zaguanes. Es también la Z el sino de los zagales de la otra orilla, cubiertos con sus modestas zamarras, que zarpan en pateras y ven cómo se rompen sus sueños al zozobrar en el estrecho de la muerte. Y es la letra del recorrido más largo, del final del camino, donde luce el farol de la esperanza; la que otea en el horizonte y reaparece en el oasis después de atravesar el universo de letras que la preceden. Finis terrae . Al fin, los artesanos de las voces, zurcidas en una redacción como si se tratara de un taller de jarapa, pueden sentirse satisfechos con su obra. Suenen zambombas y zarzuelas de festejo en una zambra del Sacromonte en la hora del bautizo de esta criatura que ha tardado en recorrer el abecedario, de la A a la Z, cuatro años, tres meses y dos días. Enciclopedia General de Andalucía . No podía llamarse de otra manera. [ Antonio Ramos Espejo ].
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