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ANEXOS |
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- El Huelva Recreation Club
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Sí, aquella comunidad trasladaba consigo y aportaba una miraba sobre el mundo, unas formas de entender y enfrentarse a la vida muy diferentes. Costumbres y hábitos distintos a los usuales en todos los terrenos, desde el social y político, pasando por el gastronómico y el lúdico, con las canchas de tenis, los bates de madera y estacas en los partidos de criquet y el excéntrico espectáculo de los palos de golf golpeando una pelotita blanca junto a la silenciosa necrópolis romana, en su North Lode Golf Club. Pero, sobre todo y muy especialmente, el football. Los primeros partidos sobre suelo español de este soberano de los deportes europeos, los disputaron los ingleses residentes en La Mina –el primitivo Riotinto–, antes de levantarse Bella Vista. El año mismo de la adquisión de los yacimientos y con motivo de las fiestas de agosto, dedicadas al patrón san Roque, se juega ya un partido. Hoy, un reciente monumento junto al actual campo de fútbol, avala al pueblo de Riotinto como cuna del fútbol español. Cuando el Huelva Recreation Club, que será con el tiempo el Recreativo de Huelva, se funda a finales de 1889, en junta celebrada en el Hotel Colón de la capital onubense, hacía más de una década que existía el blanco equipo del Río Tinto Football Club. Empero, el de la capital onubense ostenta la titularidad de club decano en España, ya que los británicos no cumplieron con el trámite de la federación, y el rojiblanco Balompie Río Tinto, equipo nativo, no lo hizo hasta el año 1914, del brazo de un español, Fontela Granado, y de un inglés, William Waterson, simbólica conjunción. Presidía entonces el club Robert Wilson [...] La alineación del primer partido oficial disputado por el Huelva Recreation Club (8 de marzo de 1890, contra la formación de la colonia británica en Sevilla) la compusieron: Yates, Wakelin, Duclós, Coto, Kirk, Daniels, Curtis, Gibbon, Dadley, Smith, los diez bajo las órdenes de Alcock, capitán del equipo. Transcurridos dos años de este encuentro, el Recreativo –que en 1909 obtendrá el título de “Real”, concedido por Alfonso XIII– pudo contar con su propio campo gracias a la cesión de terrenos en Huelva (junto a las vías del tren, en el Velódromo) propiedad de la Riotinto Company Limited.
Juan Cobos Wilkins De La Huelva británica (2005). |
- El Trofeo Colombino
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El nacimiento del Trofeo Colombino se gesta en el año 1965, siendo presidente del Real Club Recreativo de Huelva José Luis Martín Berrocal. Los objetivos son captar recursos económicos y turismo para la ciudad. A imagen y semejanza del Trofeo Teresa Herrera, en La Coruña, o el Carranza, en Cádiz, el Trofeo Colombino sirve para que el Recre mida sus fuerzas con equipos de categoría superior. Sus partidos han sido tradicionalmente de gran espectacularidad, puesto que en ellos los jugadores no están sometidos a la tensión de los encuentros de temporada. La primera edición tuvo una significación especial, pues en Huelva se reunieron en un triangular el Racing de París, el Génova y el Recreativo de Huelva, los decanos del fútbol en Francia, Italia y España respectivamente. Entre 1966 y el 1968 el club organiza el Trofeo con un formato cuadrangular, pero el enorme sacrificio económico que supone para la entidad provoca que a partir de 1969 el Ayuntamiento de Huelva, presidido por Federico Molina Orta, se haga carga de la gestión del Trofeo. Ésta es la causa fundamental por la que en años sucesivos no se invitara a participar al Recreativo de Huelva, que se encuentra sumido en la Tercera División y no alcanza la competitividad de los otros equipos. El cartel del Colombino pasa a ser atractivo y de los mejores de España, codeándose con el Teresa Herrera y el Carranza. Aparecen escuadras de la talla de Real Madrid, Atlético de Madrid, Sao Paulo, Anderlecht, Spartak de Moscú, Sevilla, Betis, Fluminense, Benfica, Bayern Munich, Barcelona, Manchester City y un largo etcétera. En la década de los setenta, quizás la más gloriosa del Colombino, Huelva es pionera en traer equipos del otro lado del ‘telón de acero’, que sin duda ayudan a dar más realce a un Trofeo que comienza a ser conocido y respetado en toda España. En la edición de 1977 el club vuelve a organizar el Trofeo. Comienzan los tiempos difíciles, ya que la retransmisión por televisión de los trofeos veraniegos resta espectadores a los campos y, por tanto, bajan los beneficios económicos. Además, los equipos españoles prefieren ir de gira por otros países y comienzan a pedir elevadas primas por participar en los torneos nacionales. Pese a todas estas vicisitudes, el Trofeo Colombino sigue siendo uno de los trofeos veraniegos de mayor raigambre y prestigio de Europa. |
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