Municipio romano deducible del contenido de epígrafes dedicados a oriundos de esta entidad política, que parece corresponder a la romanización del oppidum ibérico de Urki, identificado a partir de la leyenda Urkesken reconocida en acuñaciones monetarias. Durante muchos años se debate acerca de la ubicación de esta población referida en el Itinerario de Antonino y otras fuentes clásicas, pero hoy existe consenso acerca de su relación con yacimientos arqueológicos de las proximidades de la pedanía de El Chuche -topónimo del que derivaría etimológicamente-, en el término municipal de Benahadux (Almería). Las antiguas reservas a aceptar una localización relativamente alejada de la costa pueden ser superadas a tenor de los resultados de las investigaciones geoarqueológicas promovidas por el Instituto Arqueológico Alemán en el bajo curso del río Andarax, que demuestran la existencia de un profundo estuario en su desembocadura que, aunque colmatado desde época romana, todavía permitía en el siglo XI el acceso de naves a la cercana Bayyana (Pechina).
La tradición cristiana afirma que en Urci establece su sede el primer obispo de la diócesis de Almería, San Indalecio, uno de los "siete varones apostólicos" que habrían enviado San Pedro y San Pablo a evangelizar la Bética. Si bien la historiografía actual confiere poco crédito a esta leyenda, parece indiscutible que allí hubo un núcleo de temprana cristianización, como corroborarían las dos esculturas del Buen Pastor de comienzos de siglo IV d.C. halladas en el pago de Quiciliana del cercano Gádor. [ Gabriel Martínez Fernández ]
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