Con esta advocación se rinde culto a diversas imágenes en la costa almeriense (Adra, Roquetas de Mar), aunque va a ser en la propia capital donde los rituales en su honor adquieren una mayor relevancia. La Virgen del Mar es la patrona de la ciudad de Almería. El mito que narra su origen constituye un ejemplo paradigmático de las leyendas historicistas que justifican la condición milagrosa de una imagen sagrada. El 21 de diciembre de 1502, Andrés de Jaén, torrero morisco que hace guardia en la torre vigía de Torrregarcía, en la playa de Retamar "a unos 25 km. de la ciudad", observa una luz procedente del mar que llega hasta la playa. En el lugar señalado aparece la talla de la imagen, ratificando su condición milagrosa con otros prodigios: gran peso que impide levantarla en un principio y azucenas que florecen en el lugar del hallazgo pese a la aridez del mismo. Dada la noticia del hecho a las autoridades, la imagen se depositará finalmente en el templo de Santo Domingo de la capital almeriense, donde permanece hasta hoy.
La pequeña talla policromada, de estilo gótico tardío, representa a la Virgen de pie, portando al niño sobre su brazo izquierdo. Con el transcurso del tiempo, el culto a dicha imagen "que va a contar con hermandad prácticamente desde su origen" irá adquiriendo relevancia, hasta ser invocada como protectora específica de la ciudad. En 1806 el papa Pío VII la designa oficialmente patrona de la villa "aunque al menos desde 1738 es citada como tal en diferentes documentos"; fechas en las que, en parte justificada con motivo de los festejos institucionales en su honor, también se inaugura (1808) la feria de ganado, origen de la actual feria de agosto (en la última semana del mes), al final de la cual, el domingo, sale en procesión la Virgen del Mar por las calles almerienses.
En 1953 se construye, cercana a la torre de Torregarcía, donde tiene lugar el hallazgo, una peculiar ermita de planta octogonal que evocará el acontecimiento, y a la que desde entonces se acude cada año en romería con la Virgen. En la mañana del segundo domingo de enero "fecha extraña en el ciclo ritual tradicional para este tipo de festejos, lo que convierte a esta romería en la primera del año en toda Andalucía" la imagen es traída a esta ermita desde el templo-santuario de Santo Domingo, para regresar al atardecer, en un lento recorrido jalonado de paradas en las pedanías existentes en el trayecto, convocando en la playa a varios miles de romeros procedentes de la ciudad y otras poblaciones vecinas. [ Juan Agudo Torrico ].
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