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ANÃBAL |
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Militar cartaginés. Aníbal Barca, hijo de Amílcar * , nace en 246 a.C. Acompaña a su padre en Hispania desde los nueve años, edad a la que, según una tradición seguramente apócrifa recogida por Tito Livio, aquél le habría hecho jurar que siempre sería enemigo de los romanos. Es educado por un preceptor griego, el historiador espartano Sosilo. Sirve en Hispania bajo las órdenes de su padre y a la muerte de éste, cuando Aníbal contaba 18 años, continúa a las órdenes de su cuñado Asdrúbal * . En Hispania se casa con Imilce * , una princesa ibera de la región de Cástulo, posiblemente para establecer una alianza política con los oretanos. Fruto de este matrimonio es un hijo de quien nada sabemos. A la muerte de Asdrúbal en 221 a.C., es proclamado general por el ejército cartaginés en Hispania, nombramiento que luego ratifica la Asamblea de Cartago. Ese mismo año inicia una serie de campañas contra pueblos como los olcades y vacceos de las que sale victorioso. Con ocasión de un conflicto entre los turboletas, aliados de los cartagineses, y Sagunto, aliada de Roma, Aníbal pone sitio a la ciudad levantina en 219 a.C., dando lugar a unas tensas negociaciones entre Roma y Cartago que no evitan la toma de la ciudad por el ejército de Aníbal tras ocho meses de asedio, motivando el ultimátum de Roma a Cartago, que hace estallar la Segunda Guerra Púnica en 218 a.C. Tras adoptar una serie de medidas militares y políticas destinadas a mantener el control de los territorios hispanos dejando un ejército y una flota en el Sur de Hispania, Aníbal visita el templo de Melkart en Gádir * para consultar su oráculo y obtener la protección del dios. Al frente de un nutrido ejército que incluía elefantes, se dirige a Italia atravesando los Pirineos, bordeando el Mediterráneo y cruzando finalmente los Alpes en una de las expediciones militares más complejas y audaces jamás emprendidas en la Antigüedad. El objetivo de Aníbal era llevar la guerra a la misma Roma. Una vez en Italia, derrota a los romanos en Ticino, Trebis, en el lago Trasimeno y en Cannas en 216 a.C. y está a punto de tomar Roma. A consecuencia de estas victorias los aliados de Roma del Sur de Italia, sobre todo Capua, Tarento y Siracusa cambian de bando aliándose con Aníbal, quien además busca el apoyo del rey Filipo de Macedonia con quien establece un tratado par apoyarse mutuamente contra Roma. Entre 215 y 203 a.C., falto de refuerzos y suministros, Aníbal emprende una laboriosa guerra de posiciones en suelo itálico desplegando una enorme capacidad de organización, para finalmente regresar a Cartago para hacer frente al ejército romano que, al frente de Publio Cornelio Escipión, desembarca en África tras expulsar a los cartagineses de Hispania. Derrotado en Zama por el general romano, la guerra toca a su fin con la paz de 201 a.C. Años después, en 196 a.C., Aníbal es elegido sufete, máxima magistratura cartaginesa, pero debe exiliarse a Oriente perseguido por sus enemigos políticos y por Roma. Entre 195 y 193 a.C. Aníbal se refugia en la corte de Antíoco III, rey seléucida, combatiendo con él frente a los romanos al mando de una flota. Tras la derrota de Antíoco a manos de los romanos, Aníbal vaga por Creta y Armenia hasta refugiarse en 189 a.C. en la corte del rey Prusis del reino de Bitinia, enemigo de Roma. Al verse perseguido de nuevo por los romanos y finalmente sin la protección de Prusias, Aníbal se suicida en 183 a.C.
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