|
N |
VOLVER |
|
La decimosexta letra del abecedario español y la decimotercera de sus consonantes es también la segunda letra de Andalucía, lo que le da un lugar privilegiado a esta letra de oscura reputación. La 'n' es la letra del no, de la negación eterna del Sur frente al Norte, de la nada, el nunca y el nadie, de la necesidad, la necedad y la náusea, del náufrago y el nudo de la horca. La 'n' es la letra sangrienta de las Navas de Tolosa y de las represiones incruentas de Narváez, el espadón de Loja, que olvidó a menudo cómo jugar los naipes de la paz. Pero la 'n' esconde en su naturaleza los dos lados de la existencia, como las dos caras de una pieza numismática, como los nesjíes , las onzas y los duros que sirvieron para comprar el pan y la sal al noble. Es la 'n' de los naranjos, los nabos, los nísperos y las nueces silvestres que dieron de comer a los nómadas sin nombre que cruzaron felices las noches de niebla. Es la 'n' del néctar y las nalgas de las nodrizas, las ninfas y las novias, de las núbiles mujeres andaluzas que dieron a luz a los niños y criaron a nietos y bisnietos. Es la 'n' de las nieves y las nubes que refrescaron los trigos e hicieron nacer el nenúfar y el nardo, elevados sobre la Sierra de las Nieves o sobre la Sierra Nevada para contemplar el triste final de los monarcas nazaríes. Es la 'n' de los milagros, patrocinados por Nuestra Señora y todos sus nazarenos, o por la voluntad del progreso. El milagro de los campos yermos de Níjar, cuajados de la noche al día de pimientos y tomates, el milagro del Neoclásico y del gótico subterráneo de la Cueva de Nerja, el milagro de la fortaleza numantina de Niebla, el milagro de la risa de Nabucodonosorcito y la voz del Niño Cabra, el Niño Gloria, el Nitri y la Niña de la Puebla, el milagro de la poesía de Vicente Núñez, nítido representante del nihilismo amontillado, de la Navidad y la Nochebuena. La 'n' es el milagro de las nuevas tecnológicas, del neumático en la rueda, del nonagenario saludable, de la neurona y el neutrón, del newton, el número primo y la neurobilogía. El milagro, en fin, del nido caliente y la nevera llena. [ Pablo Santiago Chiquero ].
|
|