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| Quinta letra del alfabeto español que es la inicial de esperanza, el color verde de la bandera de Andalucía. Esperanza invertida en la elaboración de un Estatuto que nos diera mayores cotas de autogobierno. Una bandera con escudo y para España y la Humanidad, con Escuredo enarbolándola. Tierra conquistada para Roma por Escipión y que no fue ajena al fenómeno de la esclavitud. Pero también es la e de esquina y de eras al sol campesino, la e de estuario y la e de espacio protegido. La e de los siete niños de Écija y de los polvorones de Estepa. La e de limita al este con el Mediterráneo, cuyas aguas bañan las costas de Estepona y traen el rumor de la emigración desde África hasta El Ejido, entre empresas imposibles y emociones antiguas. La e de elegancia natural y de lo efímero concebido como un arte. La e de los exvotos que se cuelgan por las paredes de las ermitas, símbolos cargados de fe, de impotencia ante las adversidades y creencias en milagros."Es la e del existencialismo en las tardes de verano en torno a una tertulia de sillas de enea. La e de entenado y de estirones de niños, la e de Estrecho y de estribor, la e de ¡ea!, la e de ¡eh! La e de empieza y de no acaba, la e de los enemigos de esta tierra que ojalá la dejen en paz de una vez por todas. La e de elecciones autonómicas, municipales y europeas, e de edificios eclécticos y de percusionistas eléctricos. La e de egabrense y de ermitaño, de errantes como judíos, de la estrella de David y de la Estrellita Castro. De Espinel y Esquivel. La e de estaciones de penitencia y de aquellas otras donde paraban los trenes transmiserianos que iban hacia el norte, camino de un exilio que se perdía en las oscuras entrañas de Europa, recordando el éxodo cruel de moriscos, judíos y gitanos, cuando los decretos de expulsión de la intransigencia que condena a miles y miles de andaluces a morir en la hoguera o salir expulsados por otros mares y destinos. Pero sobre todo la e de érase una vez que se era. [ Juan José Téllez ].
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