|
TIRANA, LA |
VOLVER |
|
(sevilla, hacia 1755-?). Actriz, de nombre María del Rosario Fernández. Conocida por el sobrenombre de La Tirana, Francisco de Goya lega dos retratos suyos y su figura inspira al montaje del mismo nombre que María Pagés estrena en 1999. La Tirana se establece en 1773 en Madrid, donde se incorpora al elenco del Teatro de los Sitios Reales. Allí conoce al que sería su marido, el actor Francisco Castellanos, llamado El Tirano, a causa de los papeles trágicos que desempeñaba en las tragedias en que actuaba su esposa. Otros sin embargo opinan que La Tirana recibe este apodo por su hermosura y gravedad de sus costumbres, que a decir de un cronista de la época "tiranizaba corazones". Célebre entre la sociedad de su tiempo, formaba parte del círculo íntimo de la malograda Duquesa de Alba, protectora de la gente de la farándula, pero también de literatos, toreros y pintores como Goya, que la pintará por primera vez en 1794. En el cuadro que lleva su sobrenombre viste un elegante traje de gasa blanca, lleva el cabello suelto y adornado con una rosa. Una transparente mantilla cubre sus hombros e impide observar el pronunciado escote muy a la moda. Los bordados del vestido resultan sorprendentes al igual que el gesto de la dama, verdadero punto de referencia de la obra. Cinco años después Goya ejecutará un nuevo retrato de esta actriz, en ese caso de cuerpo entero. Esta vez, La Tirana posa al aire libre, observándose al fondo una verja de hierro y una fuente, relacionándose con los retratos ingleses del Neoclasicismo. La figura está plenamente iluminada, vistiendo un escotado traje de gasa blanca adornado con una estola rojiza con flecos dorados, igual que el vestido. Su rostro severo resulta el principal centro de atención del conjunto. La crítica ha hecho notar que la luz resbala por el vestido de manera magistral, apreciándose la rapidez de la factura del artista, en un claro precedente de la pintura impresionista. La postura algo forzada del brazo derecho es muy típica en los retratos de Goya ya que incrementaba el precio de sus obras al pintar las manos y de esta manera las disimulaba.
|
|