m.Viaje por placer, también organización de los medios que facilitan ese viaje. El turismo se ha convertido en un sector económico relevante desde los inicios del siglo XX, fomentado por la mejora de los transportes y el mayor poder adquisitivo del ciudadano en muchos países, entre otras razones. Su propio crecimiento ha llevado a la aparición de numerosos modelos. A los iniciales, como el turismo de balnearios, se unen luego muchos otros, por ello hoy cabe hablar de un turismo nacional, el que practican dentro de un determinado país sus habitantes, y un turismo internacional, el de los visitantes que llegan del extranjero. Por otro lado, se habla de un turismo de sol y playa, el más masivo, de turismo rural, deportivo, cultural o incluso turismo de congresos, modelos que con frecuencia van mezclados. El turismo no ha hecho sino crecer a lo largo del siglo XX y en los inicios del siglo XXI, hasta convertirse en un factor decisivo en la economía de muchas regiones e incluso países enteros, y para muchos ciudadanos de los países desarrollado en una actividad básica para compensar un exceso de trabajo o el estrés urbano. Cada año más de 750 millones de personas (2006) viajan a algún país distinto del suyo, cifra que crece año tras año por encima incluso de crisis económicas, aunque el turismo es muy sensible a problemas de seguridad o salud. El turismo se ha mostrado como sector con gran capacidad de generación de empleo y de riqueza inducida, por su influencia en la industria hotelera, en la restauración, en la práctica deportiva, en los locales de ocio e incluso en la construcción, aunque ejerce también una influencia depredadora en litorales o áreas congestionadas por la presencia masiva de visitantes en determinadas coyunturas, toda vez que uno de sus rasgos es la estacionalidad, por el predominio del visitante en los meses veraniegos y en coyunturas festivas, como Semana Santa.
España se ha convertido desde mediado del pasado siglo en uno de los países que recibe más visitantes cada año -y en los últimos tiempos, también con más salidas de sus habitantes-, gracias a la combinación de factores muy heterogéneos, como la abundancia de playas y clima soleado, riqueza monumental, tradicional amabilidad de sus habitantes, atractivo de su folclore e idiosincrasia, y también a su vecindad del mayor núcleo emisor de turistas, la Europa más desarrollada. Desde hace varios lustros, España es el segundo país del mundo por número de visitantes y por ingresos de los turistas. Andalucía, a su vez, es una de las primeras regiones turísticas de España. En 2005, por ejemplo, Andalucía recibía oficialmente 13,6 millones de visitantes, de ellos 5,2 extranjeros -con Reino Unido y Alemania como principales procedencias- y el resto españoles, si bien las cifras reales son sensiblemente superiores porque aumentan los turistas que no utilizan para las pernoctaciones los recursos tradicionales, como hoteles o campamentos. El turismo ha contribuido de forma notable a la expansión de la industria hotelera andaluza y al aumento de la restauración y de las agencias de viajes, entre otros aspectos. Así, a fines de 2005, Andalucía tenía 1.500 hoteles con más de 200.000 plazas, 160 agencias de viajes y nada menos de 7.800 restaurantes. Cada turista extranjero está un promedio de nueve días en la comunidad. El turismo aporta a Andalucía por encima de los 15 millones de euros al año, y genera el 15% del empleo que se crea. ( -> véase Almería , Cádiz , Costa de Granada, Comarca Costa del Sol, Comarca Costa Noroeste de Cádiz, Comarca Costa Occidental de Huelva, Comarca Nevada, Sierra). [ Antonio Checa Godoy ].
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