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HERMENEGILDO, SAN |
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(toledo, "-tarragona, 585). Â
Santo y mártir. Hermenegildo, hijo del rey visigodo
Leovigildo, nace al igual que Recaredo del primer matrimonio de su padre.
Se desconoce el nombre de su madre. Leovigildo se casa en segundas
nupcias hacia el año 570 con Goswinda, viuda de Atanagildo, y su hijo
Hermenegildo se une en matrimonio con la católica Ingonda. Goswinda,
arriana fanática, no deja de luchar incluso por la fuerza para que su
nieta se rebautice en el arrianismo, pero no lo consigue. Esta actitud
provoca graves desavenencias en la familia real y, para evitar mayores
males, Leovigildo prefiere alejar a su hijo de la corte enviándole a la
Bética y nombrándolo gobernador. Medida inútil que a la larga resulta
perjudicial, ya que precipita los acontecimientos de las reyertas
familiares. Una vez en Sevilla, el prÃncipe, persuadido por San Leandro,
obispo de Sevilla, y por su esposa, abjura del arrianismo. Al llegar a
oÃdos de Leovigildo la conversión de su hijo, lo manda llamar a Toledo y
Hermenegildo se niega a acudir. La conducta de su hijo supone un duro
golpe para el rey, ya que Leovigildo aspiraba a unificar la PenÃnsula
bajo el credo arriano y de hecho, en el año 580, un sÃnodo de obispos
arrianos habÃa proclamado solemnemente esta aspiración real. La postura
adoptada por San Hermenegildo equivalÃa a una abierta declaración de
guerra, de la que el propio prÃncipe era consciente. Al temer la reacción
de su padre, hace alianzas con los bizantinos dueños del suroeste de
España y pide ayuda a Mirón, rey de los suevos de Galicia, también
católico. Pronto atacará el rey Leovigildo, arrebatándole Mérida,
neutralizando a los bizantinos con sobornos y marchando hacia Sevilla,
donde los prÃncipes se fortalecen en las alturas de Osser "San Juan de
Alnazfarache". Fracasada una emboscada que tiene preparada a Leovigildo,
el ejército arriano lo derrota. Mirón pacta con el rey y se vuelve a
Galicia. Abandonado Hermenegildo de sus aliados, corre a refugiarse en la
capital, donde se ve sometido a un cerco que para algunos autores dura un
año. Según el Biclarense, Sevilla cae en el 584 y Hermenegildo,
perseguido por su padre, se refugia en Córdoba, a donde llega Recaredo
para convencerle de que se entregue a su padre. Mientras, la princesa
Ingonda con su pequeño hijo Atanagildo huye a la zona bizantina, muriendo
en Ãfrica camino de Constantinopla, donde se queda el niño de pocos meses
para ser educado. Hermenegildo se entrega bajo promesa de perdón para ser
encarcelado en Toledo, de donde le trasladan a Valencia y, posteriomente,
a Tarragona. El año 585, por orden de su padre, es decapitado por un tal
Sisberto. El relato del Papa San Gregorio esclarece la causa de su
prisión y de su muerte que parece no ser otra que su negativa a volver a
la fe arriana. Su sangre, no obstante, no se derrama en balde para la
causa católica. Antes de un año, en 586, fallece Leovigildo recomendando
a su hijo Recaredo que se convirtiese al catolicismo, paso previo
esencial para la unidad religiosa en la PenÃnsula.
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