Estrofa final de poemas denominados moaxajas * , una de las composiciones originales de la Andalucía árabe. Tanto las jarchas como las moaxajas han sido analizadas a la luz de la métrica cuantitativa de la poesía árabe clásica como bajo prisma de la silábico acentual de las lenguas romances. En cualquier caso se trata de poemas dispuestos en varias estrofas entre las que se intercalan estribillos. El final del poema es la jarcha, "la salida", a la que los autores llaman el centro de la moaxaja porque es la que da lugar a la composición en su conjunto.
Las jarchas eran cancioncillas populares, anónimas y en lengua romance sobre cuyo ritmo se construía toda la moaxaja. En el desarrollo de la literatura de al-Ándalus también conocemos sin embargo moaxajas con jarchas en árabe clásico o dialectal y jarchas compuestas por autores concretos. Desde el punto de vista de la lírica romance se trata de los primeros testimonios, conservados en poemas en lengua árabe o hebrea. Los autores fijan su origen en el siglo X, aunque los textos más primitivos conservados quizás provengan del siglo siguiente. La producción continúa hasta los tiempos del reino nazarí * de Granada. Según un autor oriental del siglo XIII la jarcha ha de ser "cálida, abrasadora, cocinada al fuego del pueblo y de los ladrones". El mismo autor indica que "su condición es que ha de estar construida con palabras populares, tiene que ser una estrofa bien elaborada y la que termina y la que precede al poema, aunque sea la última", haciéndola quien componga la moaxaja al principio, antes de que se encadene a un metro o rima". [ Rafael Valencia ].
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