(AL). Municipio de la Comarca de Alpujarras con 923 h., a orillas del río Alcolea y a 71 km. de la capital almeriense. Tiene 35 km2 de extensión y pertenece al partido judicial de Canjáyar Su núcleo urbano responde al trazado de cualquier pueblo morisco: calles estrechas y sinuosas, ya que de hecho estas tierras pertenecieron a la Taha de Berja. En su término se encontraba Darrícal, pueblo desaparecido bajo las aguas del pantano de Beninar. El caserío colindante conserva la mejor arquitectura popular nazarí. Su producción agrícola, principal actividad económica del municipio, se centra en el cultivo de almendros, cereales y olivos que producen uno de los mejores aceites de la provincia almeriense.
Hay tres almazaras. En torno al pantano se realiza una importante labor de repoblación forestal. Aun así, la población desciende levemente en los últimos años. Su patrimonio artístico conserva la iglesia barroco-neoclásica, dedicada a San Sebastián y la ermita, neoclásica, de Santa Rosa Viterbo, cuya escultura destaca por su esgrafiado y armadura. Su fiesta más tradicional y popular es “el entierro de la zorra”, parecido al entierro de la sardina, durante el carnaval. Se satiriza todo lo ocurrido en la localidad en el año y se lee el testamento de la zorra, por el que todos los vecinos reciben algo. La víspera de San Sebastián se celebra además la quema del Chisco. Coto de caza de 1.600 ha.
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