Plan de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas que establece de forma detallada las acciones que los gobiernos deben emprender para integrar medio ambiente y desarrollo económico y social en el siglo XXI en un proceso económicamente eficiente, socialmente equitativo y responsable, y ecológicamente racional. El documento, suscrito por más de 178 países miembros de la ONU, emana de la Conferencia sobre Medio Ambiente y Desarrollo celebrada en Río de Janeiro en 1992 y recoge el espíritu del Informe Brundtland, que define el Desarrollo Sostenible * como "aquel capaz de satisfacer las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones venideras para atender sus propias necesidades". El capítulo 28 de este proyecto hace un llamamiento a todas las comunidades locales para que creen su propia Agenda 21 Local. En la Conferencia de Ciudades y Poblaciones Sostenibles celebrada en Aalborg (Dinamarca) en 1994, bajo los auspicios de la Comisión Europea, se define en su declaración final, conocida como la Carta de Aalborg, la filosofía básica del proceso Agenda 21 Local, los principios fundamentales del desarrollo sostenible que deben aplicar los municipios y las regiones de Europa, y las líneas maestras para la elaboración de un plan de acción local de Desarrollo Sostenible. A partir del Consejo de Gobierno del 27 de abril de 1999, en el que se conoce el anteproyecto del Pacto Andaluz por el Medio Ambiente y el Desarrollo Sostenible, la Junta de Andalucía encarga a la Consejería de Medio Ambiente el inicio de un proceso para la formulación de una Agenda 21 Andalucía, documento que ve la luz el 27 de enero de 2000. Sus directrices exigen que en cada una de las provincias andaluzas, a través de la creación de las Mesas Provinciales del Pacto, expertos y agentes sociales y económicos desarrollen, apliquen y promuevan los compromisos adquiridos. El texto también prevé la creación del Observatorio Andaluz de Desarrollo Sostenible, un órgano colegiado de asesoramiento y participación social que tiene como finalidad elaborar, impulsar, evaluar y revisar la Agenda 21 Andalucía.
La biodiversidad en la Comunidad Autónoma andaluza alcanza un valor notable dentro de los territorios europeos e incluso de las regiones ribereñas del Mediterráneo, ya que aglutina el más elevado número de endemismos de España, un variado mosaico de ecosistemas yun acervo etnobiológico singular. En este sentido, la Agenda 21 Andalucía contempla: una estrategia basada en programas de investigación "inventarios, técnicas de protección y planes de recuperación" para la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica y paisajística andaluza; el fortalecimiento de la red andaluza de espacios naturales protegidos dentro de la Red Natura 2000; la creación de corredores ecológicos que permitan la conexión entre poblaciones, comunidades y ecosistemas de interés biológico; la protección y regeneración de los ríos, mediante el deslinde del dominio público hidráulico y la recuperación de los bosques de ribera; la conservación de ecosistemas antrópicos y formas de cultivo, ganadería, uso tradicional o transformación artesanal de los recursos naturales, así como la recuperación de especies vulnerables en peligro de extinción. La protección del medio marino y de sus recursos es otro de los apartados de la Agenda 21 Andalucía. Para evitar la degradación de las zonas costeras adyacentes el documento prevé, entre otras cosas, la protección del litoral desde el límite superior de la marea hasta los 200 metros de profundidad, la seguridad y el control de la navegación marítima, así como de las actividades de los entornos portuarios, la ordenación y gestión de los recursos marinos, y la aplicación de nuevas tecnologías para el desarrollo de la acuicultura. La Agenda 21 Andalucía subraya el aprovechamiento adecuado de los recursos hídiricos, la agricultura y ganadería sostenibles, el desarrollo rural y el consumo responsable. Asimismo, destaca la importancia de la participación ciudadana y la educación ambiental, ya que "es necesario un esfuerzo de concienciación de la población de que el problema ambiental no es principalmente estético, sino una cuestión de supervivencia del ser humano, y de que el deterioro ambiental compromete gravemente la conservación del grado de desarrollo conseguido hasta ahora, así como las conquistas sociales y de derechos fundamentales que se han podido realizar y las posibilidades de las generaciones inmediatamente posteriores a nosotros".[ Javier Vidal Vega ]
|