La creación de la Riotinto Company Limited está directamente vinculada al enclave minero de Riotinto y a la ?fiebre minera? producida en la provincia de Huelva durante la segunda mitad del siglo XIX. El origen de este proceso se puede situar en el año 1853, fecha de la visita a Huelva de Ernets Deligny, ingeniero francés patrocinado por el Marqués de Decazes, que se salda con el registro o concesión de 45 yacimientos y la posterior constitución de la Compagnie des Mines de Cuivre d´Huelva en 1855. La ley desamortizadora de 11 de junio de 1856 establece la base jurídica para dar carta blanca a la venta de minas estatales. Posteriormente las minas de Riotinto son las primeras en salir a subasta por la ley de 25 de junio de 1870. En febrero de 1873 el Estado decide proceder a la venta del yacimiento minero de Riotinto por un precio de 3.850.000 libras, es decir, 92.800.000 pesetas. Los compradores, un consorcio de financieros europeos (Matheson y Cía., de Londres, Deustsche Nacional Bank, de Bremen, y la casa Rothschild), acabarían transfiriendo su adquisición a la compañía británica Riotinto Company Limited, domiciliada en Londres. Registrada en dicha ciudad el 29 de marzo de 1873, con un capital inicial de 2.250.000 libras, cifra incrementada a 3.250.000 en 1881.
Tras dicha transacción se inician 81 años de explotación británica del subsuelo de Riotinto. Comienzan años de un manifiesto colonialismo que influye en todas las facetas de la vida social, económica, cultural y política de la provincia. Pronto la compañía comienza a ofrecer beneficios, hasta convertirse en pocos años en la más rentable de Europa. David Avery argumenta que los logros de la Riotinto Company ?fueron debidos a la combinación de unas técnicas y de un gran desembolso de dinero. La construcción del ferrocarril hasta Huelva, la adopción de la minería a cielo abierto, la obtención de cobre de las minas con procesos de producción en gran escala y una eficaz política de ventas en los mercados de azufre mundiales, fueron los factores básicos en el próspero avance y desarrollo de las actividades de Riotinto?. En efecto, el desarrollo del ferrocarril y del puerto de Huelva vendrá aparejado al transporte del mineral procedente de la Cuenca Minera. A todo ello le añadimos la enorme capacidad de influencia y maniobrabilidad de la sociedad, tanto en la política provincial como en la nacional en plena Restauración. La compañía se convierte en una entidad de presión política de enorme importancia en la provincia.
El esquema productivo era virtualmente colonial, el espacio onubense actuaba como mero enclave productor, proporcionaba recursos en forma de materia prima que en ningún caso era tratada en la provincia y se facilitaba la salida de ésta a través de sus puertos. A ello le añadimos las consecuencias negativas para el entorno medioambiental de la zona. En 1888 el sistema de calcinaciones al aire libre denominado ?teleras? propicia un acto de protesta con trágicas consecuencias y pérdidas humanas. En definitiva, los beneficios producidos por la inversión revierten, prácticamente íntegros, a Londres. La provincia de Huelva sólo percibiría un tenue reflejo de ellos: construcciones ferroviarias, empleo de masa obrera, activación de la vida portuaria y creación de un foco comercial y fabril en torno a la capital. Por otra parte, la huella de la presencia británica se ha dejado notar fundamentalmente en el terreno arquitectónico, casos como los barrios de Bellavista y Reina Victoria en Minas de Río Tinto y Huelva o el Hotel Colón son claros exponentes de ello. En 1954 la compañía británica se retira de Minas de Río Tinto, las minas pasan nuevamente a manos estatales. Desde entonces varias han sido las compañías que las han explotado: Compañía Española de Minas de Riotinto, Unión Explosivos Riotinto, Riotinto Patiño y Minas de Riotinto SAL, a comienzos del siglo XXI. ( -> véase Minas de Riotinto ) [ Víctor Manuel Núñez García ].
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