m. El sentido del término cancionero ha estado sujeto históricamente a un uso indiscriminado para referirse tanto al campo literario como al musical. El cancionero es estrictamente una recopilación de composiciones destinadas a ser cantadas. No obstante, en su sentido más amplio, el cancionero es una colección de poemas y canciones, normalmente de varios autores. Un cancionero puede también ser un conjunto de composiciones líricas de autores de un mismo periodo o de un género determinado. Entendido de esta manera, la costumbre de recopilar canciones es un fenómeno universal de todas las tierras y épocas, desde que el hombre cultiva la música, la poesía y el canto. En este sentido, pueden considerarse cancioneros o colecciones de poemas o cantos los Shih ching (conjunto de poesía china, alguna de cuyas composiciones se remontan al siglo VIII a.C) o los Carmina burana , poemas goliárdicos latino-alemanes de mediados del siglo XIII, por poner sólo unos ejemplos.
En el marco de la literatura española, hablar de cancionero es remitirse a las grandes recopilaciones de lírica cortesana elaboradas a lo largo del siglo XV. En ellas se recoge una importante nómina de poetas castellanos y de todos los géneros líricos, cuya importancia reside en que dan testimonio de que ya ha habido una evolución desde la lírica elaborada "o reelaborada" en la forma galaico-portuguesa (cultivada tradicionalmente en portugués incluso por los poetas castellanos) hasta la tradición culta que usa el castellano para la expresión de, entre otros temas recurrentes, el amor cortés, ya de estirpe provenzal. Las composiciones contenidas en estos cancioneros del siglo XV, están también irisadas progresivamente "a medida que avanza la segunda mitad del siglo" de influencias petrarquistas, que encaminan la lengua poética castellana hacia el Renacimiento del siglo XVI con Garcilaso y los místicos como máximos frutos de un castellano que ya ha dejado de ser medieval y que empieza a llamarse lengua española.
Uno de los más importantes de estos cancioneros castellanos, por ser además cronológicamente el primero, es el llamado Cancionero de Baena , recopilado hacia 1445 por un poeta y escribano de la corte del rey Juan II. Tras el Cancionero de Baena aparecen el Cancionero de Stúñiga , recopilado en el ámbito de la corte de Alfonso V de Aragón, y el Cancionero General de muchos y diversos autores , recopilado por Hernando del Castillo e impreso en Valencia en 1511. De siglos antes a estos cancioneros es el denominado Cancionero de Abén Guzmán , que recoge una importante colección de zéjeles, estrofa de origen mozárabe que, según algunos estudiosos es creada hacia el año 900 por Muqaddán ibn Mu"afá, conocido históricamente como "el ciego de Cabra". [ Jesús Chacón ]
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