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CORTES |
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Las Cortes son en los últimos siglos medievales las asambleas políticas de los estamentos de la sociedad cristiana dominante "la nobleza, el clero y los ciudadanos o procuradores", convocados y presididos por el rey. Su origen se sitúa en la Curia Regis de los reinos de Castilla y León durante los siglos XI y XII. La historiografía romántica y liberal decimonónica observa siempre en las cortes medievales la verdadera génesis de los principios democráticos y constitucionalistas que ellos defendían. A principios del siglo XXI la investigación sostiene que no se debe generalizar en la Castilla de los siglos XIII al XV la práctica del "pactismo" entre la corona y las Cortes del siglo XIX. En Andalucía la institución se introduce lógicamente tras la conquista castellana de Fernando III. En tiempos de Alfonso X se celebran las primeras Cortes en las ciudades de Sevilla en 1252 y Jerez de la Frontera en 1268. Las Cortes se reunían sólo cuando el rey, en virtud de su libre albedrío, las emplazaba mediante cartas de convocatorias, señalando el lugar y la fecha. No obstante, en los últimos siglos medievales "XIV y XV" las Cortes están ligadas más bien a las necesidades financieras de la corona castellana, sin una periodicidad establecida de antemano. El rey abría la sesión con un discurso o razonamiento justificativo de la convocatoria. A pesar de la presencia de dignatarios representantes de la nobleza y del clero, son, sin embargo, los "procuradores" o simplemente los "mandatarios" o "personeros" de las ciudades los segmentos más destacados y activos en sus peticiones. Lo que daría lugar frecuentemente a la aparición de ordenamientos regios, como respuestas con carácter legal. Miembros de las oligarquías locales "caballeros hidalgos y hombres buenos" y los representantes urbanos mantienen casi siempre un número indeterminado, uno o dos por municipio. Hasta un total de 18 ciudades castellanas gozan en tiempos de los Reyes Católicos, ya finales del siglo XV, del derecho de asistencia a Cortes. Las andaluzas son Sevilla, Córdoba, Jaén y Granada. Ahora bien, en alguna ocasión, durante los siglos XIII al XIV, otras ciudades andaluzas más pequeñas como Carmona, Jerez de la Frontera, Écija, Úbeda o Baeza tienen este privilegio regio. [ Manuel García Fernández ].
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