Enfrentamiento bélico que se produce el 1 de julio de 1431 en las proximidades de la ciudad de Granada entre los ejércitos de Juan II de Castilla * y del rey nazarí Muhammad VIII * , en el que los granadinos sufren una estrepitosa derrota. A fin de castigar al rey Muhammad VIII, que establece una alianza con los aragoneses en el conflicto que éstos habían mantenido con los castellanos, y aprovechando los problemas internos del reino nazarí, alentado por su valido, el condestable Álvaro de Luna, Juan II proyecta una campaña para 1431 contra Granada. La frontera es distribuida en cuatro sectores, cuyas fortalezas principales son Jerez, Écija, Jaén y Lorca.
El primer éxito se logra el 11 de marzo de 1431, cuando el mariscal Pedro García de Herrera toma al asalto Jimena de la Frontera. Ese mismo día se decide dirigir el ataque principal contra la ciudad de Málaga, cuya posesión es fundamental para la vida económica del reino nazarí. Así, se concentra un gran ejército en Córdoba, acaudillado por el condestable, donde acuden solicitando auxilio los emisarios de Yusuf b. al-Mawl, que busca derrocar a Muhammad VIII y proclamarse rey. Por ello, Juan II cambia los planes y se dispone a atacar la capital granadina. Dejando en Alcalá la Real un importante contingente de tropas dirigidas por Pedro Ponce de León, señor de Marchena, el 26 de junio de 1431 los castellanos cruzan la frontera, destruyendo la torre de Pinos Puente y asentando el campamento en la Vega de Granada, junto a la puerta de Elvira, el 29 de junio. El 1 de julio la caballería cristiana aniquila a la granadina. Como consecuencia de esta derrota las intrigas palaciegas apoyadas por los castellanos consiguen derrocar a Muhammad VIII, colocando en el trono granadino a Yusuf b. al-Mawl, que reina como Yusuf IV * .
Desde el punto de vista territorial la batalla no tiene apenas consecuencias, debido a que poco después el ejército castellano se disuelve por causa de la oposición nobiliaria a don Álvaro de Luna. Sin embargo, es utilizada por la historiografía cristiana como propaganda, presentándola como una victoria providencial frente a los musulmanes. A pesar de ser un episodio poco transcendental, la fama que alcanza hace que se represente en la sala de Batallas del monasterio de El Escorial. [ María Antonia Carmona Ruiz ].
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