(SE). Municipio, de 53 km 2 y 6.302 h. (2005), situado a 254 metros sobre el nivel del mar en los bordes de la Sierra Sur de Sevilla, comarca a la que pertenece. Se encuentra en terrenos poco accidentados, cerca del valle del Genil, de suelos aceptables en general y en un clima mediterráneo con un paisaje predominantemente de olivar.
Herrera se sitúa en un cruce de caminos de cierta importancia, entre Estepa y Puente Genil y enlaza también con Marinaleda-El Rubio, así como con Écija y Casariche, existiendo vestigios en la zona de antiguas ocupaciones. Estas tierras pertenecen a la Bética romana y después a la cora o provincia del Califato de Córdoba de Écija, lindando con la de Cabra. A mediados del XI forma parte de la taifa de Granada y luego de la de Sevilla, para incluirse en el reino almohade de Córdoba y, más tarde, en la zona fronteriza del estado nazarí. Es decir, unas tierras localizadas en la parte central de Andalucía con pertenencia administrativa cambiante hasta 1833, cuando se fijan los límites provinciales.
Tras la conquista castellana, estos territorios son donados a la orden de Santiago y luego al marquesado de Estepa, ciudad a la que pertenece la dehesa boyal de casi 2.000 fanegas, donde había algunos pequeños huertos con chozas o albergues, origen del cortijo de Herrera, que se data a principios del siglo XVI, produciéndose roturaciones y ocupación del suelo en la periferia de la dehesa. Noticias municipales señalan un aumento de población coincidiendo con la expulsión parcial de los moriscos andaluces (algunos fueron exentos y se les permite continuar y otros vuelven a pueblos distintos ocultando su origen), sobre todo entre 1610 y 1630. Entonces, en 1631, el Consejo de Estepa acuerda (con el fin de donar al rey Felipe IV para mantener varias guerras) la parcelación de gran parte de la dehesa y su arrendamiento, sentando las bases del minifundio, en lo que comienza a llamarse Puebla de Herrera, y atrayendo población, especialmente de Estepa y pueblos de alrededor.
A mediados del XIX tenía 1.965 h. (que vivían en 492 casas, situadas en 14 calles), ocupados en la agricultura, toda de secano, salvo dos pequeñas huertas, quedando para pastos (ganado lanar y de cerda principalmente) las dos terceras partes del término. Las mayores producciones eran de trigo, cebada, leguminosas y aceite, existiendo algunos molinos de aceituna y harina. Hoy el término se encuentra cultivado en el 90%, la mayor parte de secano con predominio del olivar (1.400 ha, por ampliación reciente, dada la amplitud del mercado y la política agraria de la Unión Europea) y algo de trigo (400 ha), cultivos ambos que dominan en regadío (el primero para aceituna de mesa) con un total de casi 1.000 ha, prácticamente a partes iguales. Hay alguna industria (68 establecimientos, de alimentación, sobre todo), comercio y construcción, en empresas pequeñas (el 85% menos de 5 trabajadores), pero la agricultura constituye la base de su economía y da trabajo casi al 30% de la población ocupada, que, en total, supone el 83% de los activos (40% de los habitantes), por lo que la tasa de paro no es muy alta (17%). Incluso hay registrados 74 extranjeros, manteniéndose el porcentaje de población menor de 20 años (25%) por encima de los mayores de 65 (18%). [ Gabriel Cano ].
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