(SE). El municipio de Marchena se encuentra situado al este de la provincia de Sevilla y en la comarca de la Sierra Suroeste, entre Carmona, Utrera, Morón, Écija, Arahal y Paradas (sobre estos dos últimos ejerce funciones de lugar central), dominando la campiña sevillana. Con una extensión de 379 km 2 , tiene una población de 18.719 h. en el año 2005.
Aspectos físicos. El relieve en Marchena es por lo general llano y poco accidentado, propio de la llanuras del Guadalquivir, caracterizadas por suaves cerros y lomas que presentan una altitud media de 130 metros sobre el nivel del mar. Los suelos más comunes son principalmente calizas toscas, margas compactas y yesos del triásico (secundario); más mioceno y oligoceno (terciario) y, sobre todo, cuaternario, que se caracterizan por su fertilidad y buena capacidad para retener el agua.
Gran parte de esa fertilidad se debe a que son regados por el río Corbones (afluente de la margen derecha del Guadalquivir), que atraviesa el término municipal de Sur a Norte. Posee un caudal escaso y un fuerte estiaje, propio de un río de régimen mediterráneo, aunque ahora está regulado por una presa reciente situada en el término municipal de Puebla de Cazalla. Además del Corbones, existen varios arroyos, como el Salado, pero la mayor parte de su agricultura es de secano centrada en el cereal y el olivar. Este espacio humanizado y agrícola (más del 95% del término es cultivable) da forma al paisaje de campiña y la cubierta vegetal de Marchena, donde apenas existen enclaves naturales propiamente dichos, exceptuando las Lagunas de Sevilla y la de Ojuelos, en las que encontramos las pocas especies animales silvestres, como es el caso de las cigüeñelas, patos, pequeños anfibios, reptiles y roedores.
El clima es mediterráneo con una temperatura media anual en torno a los 17"5º C (9"5º C en el mes más frío y 26"5º C en el más cálido), un promedio de lluvia anual de 550 litros por metro cuadrado, con sequía estival y dos periodos lluviosos, uno en primavera y otro en otoño.
Historia. Los orígenes más antiguos en estas tierras se remontan a la Prehistoria, datándose yacimientos paleolíticos y neolíticos, entre los que destaca el asentamiento de Montemolín (Edad de Bronce). En época romana recibe el nombre de Colonia Marcia, pero la ciudad actual es heredera de la época árabe, cuando la llaman Marssenah, tal y como atestiguan los restos del recinto fortificado que rodeaba el núcleo y que aún pueden verse. Entonces adquiere gran importancia, se edifica la alcazaba y se forma el actual casco histórico, rodeado por una gran muralla con cuatro puertas, conservada en parte. Pertenece a la cora o provincia califal de Carmona y después, en el siglo XI, al extenso y potente reino de los abbasíes sevillanos, para integrarse en el reino almohade de Sevilla en el XIII.
En 1240 Marchena es conquistada por Fernando III y cedida después a los Ponce de León, aunque no es hasta los siglos XV y XVI cuando la villa experimenta un importante crecimiento y desarrollo bajo el mecenazgo de los duques de Arcos. La Guerra de la Independencia y la Constitución de 1812 suprimen los señoríos que permiten a Marchena separarse de Arcos de la Frontera, adquiriendo su máximo esplendor urbanístico y arquitectónico, como atestiguan las numerosas construcciones religiosas. Cabeza de partido judicial desde mediados del siglo XIX, Marchena incluía las ciudades vecinas de Paradas y Fuentes de Andalucía "segregadas a finales del siglo XVIII y en la segunda mitad del XIX, respectivamente".
Población y economía. La población del municipio de Marchena se concentra en su núcleo urbano, que a principios del siglo XX cuenta con 12.255 h. La evolución demográfica es positiva hasta mitad de los años setenta del siglo XX, en los que alcanza el máximo con 21.180 residentes. En la siguiente década sufre las pérdidas demográficas por emigración, propias de los ámbitos rurales andaluces (un -2,44% de tasa de crecimiento anual medio entre 1970 y 1980), iniciando la recuperación a finales de los ochenta. Hoy Marchena se caracteriza por tener una población relativamente joven (cerca del 25% del total tiene menos de 20 años), en la que destaca un importante incremento demográfico (un 4,5% desde 1996).
Gran parte de este comportamiento se explica por las actividades productivas que predominan en Marchena. La base de la economía está en la agricultura que monopolizan los cereales y las aceitunas "en ambos casos, con más de la mitad de la superficie aprovechable". Los primeros se centran en el trigo y la cebada; mientras que el segundo, se dedica a la extracción del aceite y, más recientemente, a la aceituna de mesa (en regadío), obteniéndose las variedades de manzanilla y gordal. Gracias a los cambios económicos y políticos, ha sido posible una transformación agraria que ha posibilitado la reestructuración de la propiedad de la tierra y, con ella, se ha introducido el regadío junto con técnicas nuevas de producción. El sector industrial se centra en la transformación de metales y mecánica de precisión para la fabricación de utillaje agrícola y, en menor medida, en la construcción.
Monumentos y turismo. Apartada de las grandes rutas, la riqueza monumental de Marchena ha pasado un poco desapercibida, pero cuenta con un variado patrimonio histórico-arquitectónico, fruto, en parte, de la administración de los Ponce de León. De todas las obras debidas a éstos destaca el Convento de la Concepción, cuyo retablo mayor está presidido por dos Inmaculadas (siglo XVII). Anterior a esta edificación es la iglesia mudéjar de Santa María (siglo XVI), en la que sobresale su torre de cuatro cuerpos, el castillo mudéjar de la Mota, cuya portada es del siglo XV, la iglesia barroca de San Agustín y, sobre todo, la iglesia "catedral" de San Juan Bautista, mudéjar con elementos renacentistas. Desde el punto de vista urbanístico resalta el primitivo núcleo urbano de traza morisca, con el barrio medieval de San Juan "separado del centro por el Arco de la Rosa, de herradura" y el recinto amurallado de origen musulmán, la plaza Ducal (antigua explanada de Armas), abalconada y con el Arco de la Cárcel, y sus alrededores, las puertas de Sevilla y de Morón. También es un punto de obligada visita el Museo de Zurbarán, en el que se pueden contemplar retablos góticos, pintura flamenca del siglo XVI y una colección de orfebrería que cubre los siglos XV-XX. Y por toda la ciudad pueden observarse los miradores o cierres, típicos de la campiña sevillana.
Otro atractivo turístico es la Semana Santa, que posee un gran arraigo en la localidad con siete hermandades, siendo para algunos el "Juicio a Jesús" el momento cumbre. Otras fiestas locales importantes son San Sebastián (20 de enero), el Día de Andalucía (28 de Febrero) y Nuestra Señora del Rosario (12 de octubre), celebrando la feria el último jueves de agosto. De esta ciudad, de la que toma su apellido, es Pepe Marchena * , uno de los cantaores más famosos, que contribuye a la difusión del flamenco e introduce estilo propio en algunos palos, como los fandangos, el garrotín o la milonga. [ Ángel Luis Lucendo Monedero ].
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