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PASO, ALFONSO |
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(madrid, 1926-1978).
Dramaturgo. Hijo del granadino Antonio Paso y Cano y
sobrino de Manuel Paso y Cano, ambos autores teatrales, Alfonso Paso se
convierte gracias a sus amables comedias de corte burgués, en la línea de
Muñoz Seca, en uno de los autores más representados del franquismo. Este
hecho, unido a la filiación política del autor, que se declara
abiertamente falangista, conduce a que su obra sea despreciada de forma
sistemática. La producción literaria de Alfonso Paso, no obstante, se
caracteriza por sus diálogos brillantes, sus situaciones originales y la
variedad de los géneros que afronta, como el sainete dramático, la
comedia poética, tragedias, obras de denuncia social, comedias cómicas y
de humor negro. Algunos de sus títulos son
Dos sin tres
,
Enseñas a un sin vergüenza
,
Nerón Paso
,
Vamos a contar mentiras
,
Los derechos de la mujer
,
Los que tienen que servir
,
Atrapar a un asesino
,
Amor a la española
,
Al final de la cuerda
,
El cardo y la malva
,
El casado casa quiere
,
Cómo casarse en siete días
y muchas más, hasta superar con creces el centenar
de obras. También realiza importantes incursiones en el cine, no sólo con
numerosos guiones y adaptaciones de sus obras, sino también con la
dirección de seis películas:
No somos ni Romeo ni Julieta
(1969),
Vamos por la parejita
(1969),
La otra residencia
(1970),
Los extremeños se tocan
(1970),
Ligue Story
(1972) y
Celos, amor y mercado común
(1973). Pese a la opinión de la crítica
convencional, estas películas, en las que Alfonso Paso muestra las
influencias de los hermanos Marx y la
screw ball
nortemaricana, forman cuadros bastante acertados del
franquismo y cumplen a la perfección su intención de parodiar la vida
cotidiana de toda una época. ||
Paso y Cano, Manuel.
(granada, 1864-madrid, 1901).
Dramaturgo y poeta, hermano de Antonio Paso y Cano.
A pesar de su vida bohemia, alcanza bastante fama en el mundo de las
letras durante los últimos años del siglo XIX, siendo seguido como poeta
incluso por Juan Ramón Jiménez. Sus versos, de carácter sensual y
pesimista, son recogidos en el libro titulado
Poesías
(1900) y el volumen póstumo
Nieblas
(1902), publicado este último por la Sociedad de
Autores Españoles puesta en marcha por su hermano. La obra, en la que
destaca el poema "El canto a la Alhambra", está prologada por su gran
amigo Joaquín Dicenta, que recuerda al poeta granadino por "su
indumentaria ajada, su desaseo personal, su desidia ante las relaciones
sociales y su gran corazón, ya que se llevaba a dormir a casa a todas las
prostitutas que encontraba por la calle a altas horas de la madrugada
para evitar que durmieran al raso". En cuanto a su obra dramática, entre
sus piezas más destacadas hay que mencionar los siguientes
títulos:
Después del combate
(1890), adaptación de un drama de Almeida Garret
hecha en colaboración con López Ballesteros;
El cautivo de Alcocer
,
Curro Vargas
y
Rosario la Cortijera
, estas últimas fechadas todas en 1900 y escritas o
readaptadas al género chico en colaboración con Joaquín Dicenta. El gran
problema de su vida es, sin embargo, el alcoholismo, que terminaría
llevándoselo a la tumba a los 37 años de edad, tras haber contraído la
tuberculosis.||
Paso y Cano, Antonio.
(granada, 1870-madrid, 1958).
Periodista, comediógrafo y libretista de zarzuela.
Estudia Filosofía y Letras. A los 15 años entra a formar parte de la
redacción del diario
El Defensor de Granada
y en 1890 se traslada a Madrid. Pronto se convierte
en redactor jefe del diario
La Correspondencia Militar
y comienza su brillante carrera teatral. En 1894
estrena su primera obra,
La Candelada
, a la que siguen muchas más, en su mayoría del
género musical, ya fueran las llamadas revistas, como
El arte de ser bonita
o
Los presupuestos de Villapierde
(con música de Vicente Lleó), o zarzuelas
propiamente dichas, como
La marcha de Real
,
El bateo
,
El asombro de Damasco
,
Genio y figura
,
La alegría de la huerta
o
El niño judío
. Afectado por la muerte de su hermano en 1901,
víctima del alcoholismo, se decide a fundar el Montepío de Autores
Españoles con el fin de proteger a los escritores incapacitados y a sus
descendientes. Tras colaborar activamente durante toda su vida con la
Sociedad General de Autores de España, de cuya junta directiva llegaría a
ser presidente, en 1845 recibe un homenaje general de la gente del teatro
español.
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