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Q |
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Decimoctava letra del alfabeto español, procedente, a través del latín y del griego, de la letra fenicia qoph . Es femenina como la quincalla, con un raro aire exótico, o quechua, que a veces intercambia rehenes con la k, como quiosco. Refresca como el fino Quinta pero, de vez en cuando, asusta como un quinqui. Es un quinto con pase de pernocta y un poeta quántico en busca de quimeras. Es un quedequé y un quién es quién. Por un quítame allá esas pajas y un quiero y no puedo, la q no nos quita lo bailado en los quilombos, pero encima nos regala números quebrados y oro en quilates. No sólo nos quiere, sino que nos tiene querencia. Seguro que siente química por una tierra que sigue leyendo a Quiñones y cantando por Quintero, León y Quiroga, entre quicios y mancebías. Seguro que se emociona ante el quejío desgarrado de un cantaor. O bien, se quema ante la llama mítica del baile, prendida con el queroseno refinado de unos tacones. Es la interrogación que que se pregunta qué y quién ante los micrófonos de Jesús Quintero. La q que relame el gusto de un queso payoyo, de Grazalema o Los Pedroches, acompañado de un quianti. Es la letra que se querella contra el calendario, para recuperar la juventud perdida, aquélla que exclaman a gritos las quinceañeras y los querubines. Es la letraárabe que alberga recuerdos del sueño andalusí, en los textos líricos de las qasidas , en la balanza del qadi , en la oración dirigida a la qibla , yésta dirigida a La Meca, en los castillos o qalat , topónimo para varios pueblos de Andalucía llamados Alcalá. La letraárabe que no quita las cadenas a Qamar de Sevilla, la esclava cantora procedente de Bagdad, o quillotra a los poderosos, como el califa al-Qasim b. Hammud. Es la quimera en la cabalgadura de personajes quijotescos, o la sátira vista desde unos quevedos. Es la letra que representa demasiados quebrantos en Andalucía, que escenifica suficientes quintadas, que se alza gloriosa sobre la quilla de una carabela, que conquista un quizás siempre soñado. [ Juan José Téllez ].
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