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GRAZALEMA |
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| (CA).Municipio de la Comarca Sierra de Cádiz, situado
dentro del Parque Natural que lleva su nombre, a 142 km. de la capital.
Ocupa una superficie de 122 km
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 y cuenta con 2.257 h. Se le considera como el
municipio más lluvioso de España y está ubicado junto a las sierras del
Pinar y del Endrinal, en plena serranÃa gaditana, sobre una bancada
natural que desemboca en el Tajo, hacia el Valle del Guadalete. Lo rodean
el Peñón Grande y el Cerro de San Cristóbal, lugar donde crece el
pinsapo, árbol de origen antiguo, ya que es la única especie arbórea que
sobrevivió a la última glaciación alpina. Junto a este paisaje escarpado
y boscoso, el municipio se rodea de dos parajes de gran riqueza natural:
la ribera de Gaidovar, con suave microclima; y la aldea de Benamahoma,
cuyo bien más preciado es el agua que brota en abundancia de su
nacimiento. El origen del actual municipio es la población árabe
denominada Gran Zulema, aunque los restos arqueológicos encontrados en la
zona se remontan a la Prehistoria. La colonización romana establece en la
zona la villa de Lacilbula, recinto fortificado en cuyos alrededores se
construyen casas residenciales en la loma del Clavijo. Estas tierras
estaban en la cora o provincia califal de Sidona y después forma parte
del reino almohade de Sevilla. En 1485, el duque de Arcos conquista la
villa y, a partir del siglo XVII, alcanza un gran auge económico gracias
a la industria de la pañerÃa, que produce la famosa manta de Grazalema.
Importante fuente económica de sus habitantes es la artesanÃa: cesterÃa
de utensilios necesarios para las labores agrÃcolas; esparto y palma,
para capachos, alfombras y persianas; pura lana de oveja para las mantas
y corcho para taburetes y objetos decorativos. Junto a la actividad
artesana, destacan la ganaderÃa, la fabricación de muebles, la
agricultura de cereal y olivo y el turismo.
Patrimonio artÃstico.
Su legado monumental es rico y extenso. Sobresalen
la ermita del Calvario; el Ayuntamiento, con cuerpo bajo precedido de una
logia con tres arcos de medio punto sobre pilares cuadrangulares y
torre-mirador en uno de los extremos; la villa romana del siglo II,
Lacilbula, a pocas leguas del nacimiento del rÃo Guadalete, que conserva
lienzos de murallas, torreones, obras de infraestructura y restos de
calzadas; la ermita de los Ãngeles, pequeño recinto con cubierta a dos
aguas y pequeña espadaña, enclavado en un paisaje de gran belleza
natural; la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Encarnación, de
estilo mudéjar, construida en el siglo XVII, con planta de cruz latina y
tres naves "la central con cubierta de bóveda reforzada por arcos
perpiaños, y las laterales adinteladas con arcos de medio punto y
pilastras adosadas sobre pilares de esquinas achaflanadas"; la iglesia de
san Juan, del siglo XVIII, construida sobre una antigua mezquita, de
planta cuadrada, con tres naves cubiertas con bóvedas de cañón y una
torre de tres cuerpos que conserva una arquerÃa mudéjar y un arco morisco
en la parte baja; la iglesia de San José, del siglo XVII, con planta de
cruz latina, nave central, ábside de testero plano, crucero con cúpula
sobre pechinas y dos capillas laterales separadas por arcos de medio
punto, en cuyo interior se conservan lienzos de la escuela de Murillo; la
iglesia de Nuestra Señora de la Aurora, del siglo XVIII, con planta
octogonal, cúpula de tambor, cimborrio exterior cubierto con tejas y
fachada con paramento liso, pilastras en las esquinas y tres espadañas.
La gastronomÃa local ofrece platos tÃpicos serranos: "sopa de Grazalema",
quesos, miel, chacinas, cordero al horno, venado en salsa, tagarninas
revueltas, batatas cocidas, tarta de bellota, amarguillos y cubiletes
"mantecados con cabello de ángel". Celebra fiestas religiosas y
populares, entre las que sobresalen la romerÃa de San Isidro "mayo",
velada del Carmen "julio", fiestas de Moros y Cristianos, fiesta de la
Virgen de los Ãngeles, patrona del municipio "septiembre", y la Fiesta
mayor "segunda quincena de agosto". Los alrededores del municipio ofrecen
paisajes de belleza incomparable y numerosas rutas por las que disfrutar
de la biodiversidad del entorno: rutas del agua, puerto del Boyar, del
Calvario, ruta a la presa del Fresnillo, calzada medieval "realizada con
piedra caliza local canteada, que bordea el cauce del rÃo Guadalete",
ribera del Gaidovar y llano de la Pileta.
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