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VáNDALOS |
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Pueblo germánico de origen escandinavo, organizado
en dos grandes ramas tribales: asdingos y silingos. En el año 409 entran
violentamente en la Península Ibérica; y en el año 411 los vándalos
silingos, de religión arriana, se asientan en la Bética, mayoritariamente
católica, donde su monarca Gunderico derrota a los ejércitos imperiales
romanos, dominando progresivamente las grandes ciudades y las ricas
villas rurales de todo el Valle del Guadalquivir hasta el Mediterráneo.
La presencia de los vándalos en la Bética duraría hasta el año 429-430;
pues Genserico, que sucede al anterior monarca, decide marchar al norte
de África ante la presión militar de los visigodos
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, federados de los romanos. En África llega a fundar
un poderoso reino que controlaba incluso las rutas marítimas del
Mediterráneo más occidental y Baleares hasta el Estrecho de Gibraltar. La
retirada de los vándalos silingos es aprovechada por los asdingos,
quienes desde la Lusitania saquean también la Bética entre los años
429-430 hasta cruzar el Estrecho. De la depredación no se salvan ni las
villas rurales, ni las iglesias, ni los monasterios, ni por supuesto las
grandes ciudades, que como Hispalis (Sevilla) estaban incluso
amuralladas. El vacío de poder provocado por la salida de los vándalos y
la debilidad de los ejércitos imperiales locales, unido a la inhibición
de la aristocracia senatorial hispano romana, permite también a los
suevos, asentados en Galicia, saquear la Bética entre los años 438-441,
especialmente su monarca Requila, quien domina Sevilla durante algunos
meses a pesar de la resistencia de su obispo y gobernador Sabino. Hasta
el último tercio del siglo V no se establecen ciertos cauces de seguridad
en la Bética con la recuperación militar hispano romana en Sevilla y
Córdoba; y todo ello gracias a los nuevos bárbaros recién llegados
a Hispania como federados, una vez más, de los emperadores romanos, los
visigodos.[ m. g. f.]
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