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NAZISMO |
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El nacionalsocialismo, como movimiento político, social y militar del Tercer Reich, tiene gran influencia en Andalucía en el contexto de la Guerra Civil española y la II Guerra Mundial, hasta tal punto que es la causa de una de las catástrofes humanitarias más importantes de Andalucía en el siglo XX, la deportación y muerte de centenares de andaluces en los campos de concentración alemana. Durante la Guerra Civil, el apoyo alemán al ejército franquista se acompaña de la llegada de numerosos agentes de los servicios de inteligencia nazi al Campo de Gibraltar. A partir del verano de 1936, según afirma el historiador José Octavio Sánchez Machuca, esta zona concentra “el mayor número de espías por metro cuadrado que jamás conocieron estas latitudes”. Los británicos de Gibraltar, conscientes de esta amenaza, llamaron a la carretera que conectaba Tarifa con la avenida de España de La Línea de la Concepción The Spy Row –la avenida de los espías–, debido a la gran cantidad de agentes nazis que residían o se movían por la zona. El entramado de espionaje alemán culmina una vez termina la contienda civil, en 1940, cuando Wilhelm Canaris, principal dirigente de los Servicios de Información de las Fuerzas Armadas, llega al Campo de Gibraltar para preparar en persona la llamada Operación Félix. El origen de este plan se remonta a la entrevista que Franco y Hitler mantienen en Hendaya en octubre de 1940. En ella, el fürher trata de convencerle de que dos cuerpos del ejército alemán ingresen en España, en enero de 1941, para tomar Gibraltar, posición estratégica para la lucha en el norte de África. A cambio, la plaza sería devuelta a España al finalizar la guerra. La operación, finalmente, no se lleva a cabo tanto por la negativa de Franco a autorizar una operación que supondría la entrada abierta de España en el conflicto, como por las dificultades alemanas en el frente de Rusia, que obliga a Hitler a concentrar sus esfuerzos en el Este. Pero mientras todo eso pasaba en el Península, en el continente una gran cantidad de españoles, entre los que se encuentra un contingente de andaluces que supera las 1.600 personas, entre hombres, mujeres y niños, eran deportados de forma sistemática a los campos de Buchenwald, Dachau, Flossenbürg, Neuengamme y sobre todo Mauthausen. En su mayoría, eran refugiados de la Guerra Civil que se habían integrado en las Compañías de Trabajadores Extranjeros del ejército francés y que, tras la ocupación nazi de Francia, habían comenzado a ser deportados. La gran mayoría de estos andaluces mueren a los pocos meses de su entrada en los campos debido a las condiciones de vida infrahumanas o a los asesinatos masivos. Los pocos que pudieron escapar y los que fueron liberados en la primavera de 1945 tuvieron que permanecer en el exilio y, en su mayoría, no vuelven jamás a España. [ Pablo Santiago Chiquero ]. |
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