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CALIFA |
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m.Máximo dirigente de la comunidad musulmana como sucesor, jalifa , del profeta Mahoma. Sucede a éste al frente de la comunidad como máximo dirigente religioso y político, con todas sus prerrogativas menos la misión profética. A la muerte de Mahoma le suceden los llamados califas ortodoxos (632-661), luego los omeyas (658-750) y a éstos, los abbasíes. En la Andalucía árabe los máximos dirigentes de Córdoba adoptan la denominación de walíes o gobernadores y desde el 756 el de emir, amir o príncipe, cuando Abderrahmán I instaura en el país la dinastía omeya. Uno de sus sucesores, Abderrahmán III da un paso que plasma de forma jurídica la independencia política que de hecho tenía al-Ándalus respecto al califa abbasí de Bagdad. En enero de 929 se proclama como califa en el sermón del viernes 16 de enero en la mezquita de Córdoba. De este modo, se declara como máximo dirigente de todo el Islam, en Oriente y Occidente. De hecho, en ese momento otros dos dirigentes, el califa abbasí de Bagdad y el fatimí norteafricano se abrogaban la misma competencia. El califa de Córdoba adoptaba la denominación clásica del Islam medieval, emir de los Creyentes, Amir al-Muminin, de modo que, a efectos comunitarios, es también el máximo dirigente de lo judíos y los cristianos de al-Ándalus. Sus antepasados, los emires omeyas anteriores al siglo X, habían tenido las mismas prerrogativas y, de este modo y basándose en las normas de época visigoda y del cristianismo hispano primitivo, figuraban como máximas autoridades, por ejemplo, de los concilios convocados por los mozárabes o cristianos andalusíes. A niveles políticos o administrativos, el califa era la máxima autoridad del país. En cuestiones religiosas, su poder tenía un contrapeso en la figura del qadi o juez de Córdoba, el Juez de la Comunidad, encargada en último extremo de interpretar la norma musulmana y que operaba como garante de la ortodoxia religiosa y jurídica. [ Rafael Valencia ].
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