m. bot. Planta de la familia de las compuestas, originaria de América del Norte, introducida en España durante el siglo XVI y extendida posteriormente al resto de Europa. Tallo recto y acanalado, que alcanza los dos metros. Cada planta tiene uno o varios capítulos, que pueden tener gran tamaño "30 o 35 cm. de diámetro", que florecen en verano y ofrecen semillas ricas en aceite, por lo que se utiliza para su extracción, además de planta forrajera. Desde finales del siglo XX, se utiliza también para la obtención de biodiesel, combustible líquido obtenido mediante aprovechamiento de la biomasa y sustitutivo del gasóleo. El aceite de girasol se considera el más rico en vitamina E, antioxidante.
El cultivo del girasol para la obtención de aceite se inicia en Andalucía hacia 1964 y crece coincidiendo con una crisis del olivar, al posibilitar un aceite de calidad a precio muy inferior al de oliva. Su área de cultivo son, sobre todo, las campiñas de las provincias de Sevilla y Córdoba. No obstante, la recuperación del aceite de oliva y su creciente prestigio desde los años ochenta, unido a problemas propios como los derivados de las periódicas sequías "es cultivo que requiere suelos húmedos", frenan su expansión y originan muchos altibajos en la producción, aunque se mantiene como el aceite de semilla más utilizado en España. Entre los años 2000 y 2002 disminuye en un 25% la superficie cultivada en Andalucía, lo que obliga a importar este tipo de aceite, situación agravada en el bienio 2004-2005 por la sequía.
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