m.Nombre vulgar que reciben determinadas plantas del género nicotina, familia de las solanáceas, y en especial de la nicotiana tabacum. Es una hierba perenne, robusta, que puede alcanzar hasta 120 cm. de altura, pegajosa al tacto. Cada planta ofrece entre 10 y 20 hojas anchas; esas hojas, secadas y preparadas para diversos usos, es lo que popularmente se conoce como tabaco. Oriunda de América, especialmente el área andina Perú-Ecuador, se cultiva desde muy antiguo, desde hace unos 18.000 años. Planta muy adaptable, se produce en numerosos países, preferentemente en el sur de Europa, Caribe y Oriente Próximo. Exige suelos limpios de malas hierbas y terreno bien drenado. El componente más característico del tabaco es el alcaloide nicotina, con propiedades narcóticas.
La práctica del consumo de tabaco de los indios en América -que no solo fuman, sino que usan la planta como bebida, comida y ungüento- se introduce en Europa por Andalucía. Rodrigo de Jerez, acompañante de Colón en su primer viaje a América, vuelve fumando y es acusado de brujería por echar humo. En 1559, llegan las primeras semillas a España, pero ya años antes Bartolomé de las Casas describe la costumbre india. En 1620, se instala en Sevilla una primera fábrica de tabacos, que luego tendrá un ambicioso edificio nuevo, en su día el edificio industrial más amplio de toda Europa -185 metros de longitud-, inaugurado en 1757; para esas fechas ya tiene también Cádiz su fábrica de tabacos y a principios del siglo XX se dota Málaga de una tercera fábrica andaluza de tabacos. El cultivo se desarrolla en España sobre todo tras la pérdida de Cuba en 1898. Andalucía se convierte, tras Extremadura, en la comunidad con más superficie dedicada al tabaco, especialmente en la vega de Granada, donde plantas y secaderos dotan a la comarca de un paisaje peculiar. España, a su vez, es uno de los grandes productores mundiales. Cultivo y fabricación del tabaco alcanza su mayor expansión en Andalucía a mediados del siglo XX, cuando la elaboración la monopoliza la empresa estatal Tabacalera y se organiza una distribución a través fundamentalmente de establecimientos específicos con concesión, los estancos, muy rentables. Sin embargo, en el último cuarto de siglo XX, la configuración del tabaco -tras etapas en las que se destacan supuestas utilidades terapéuticas- como una de las grandes causas de mortalidad en el mundo, llevan al inicio de campañas y legislaciones contra su consumo. Ello conlleva un paulatino descenso del mismo. Progresivamente cierran las fábricas de tabaco andaluzas, que pasan a manos de una multinacional franco-española, Altadis, y, falto de incentivos, desciende el cultivo, actualmente limitado a unas 4.000 hectáreas, casi todas en la provincia de Granada y en trance de desaparición.( -> véase Tabaquismo ). [ Antonio Checa Godoy ].
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