Conciertos y arreglos firmados entre los Reyes Católicos y Cristóbal Colón el 17 de abril de 1492 en esta nueva villa granadina de fundación regia. En los mismos están presentes Juan de Coloma, en nombre de los reyes, y fray Juan Pérez, confesor de la reina y prior del monasterio franciscano de La Rábida, en nombre de Colón. Entre otros aspectos, las Capitulaciones concedían a Colón el título de almirante a perpetuidad y hereditario sobre las islas y tierras firmes que descubriese, el de virrey y gobernador general de las mismas, una décima parte de los beneficios que consiguiera y un octavo de los gastos de la armada o navíos que fuesen a las nuevas tierras. Para su época, siendo Colón un extranjero, no siempre bien reconocido ni en la corte ni en los círculos de poder y gobierno en Castilla, las Capitulaciones de Santa Fe resultan muy desprendidas.
El texto de las Capitulaciones es objeto de controversia por diferentes juristas e historiadores del derecho internacional, fundamentada en su evidente confusión y vaguedad. Esto se debe a las enormes concesiones hechas a priori a Colón por los Reyes Católicos "en un pacto, incluso, de igual a igual y con carácter contractual internacional", que contrastan en Castilla con la tradicional política centralizadora de la monarquía. El almirante, por su parte, sólo pretende la plena libertad de acción gubernamental y económica en los nuevos territorios, al margen de los intereses regios. Circunstancias éstas que sólo son posibles en el contexto castellano del final de la guerra de Granada en enero de 1492 y la compleja reorganización política y administrativa de la ciudad mudéjar y su reino. [ Manuel García Fernández ].
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