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GUERRA DE GRANADA |
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| Se conoce con este término la última etapa bélica, que transcurre entre los años 1482 y 1492, del secular enfrentamiento fronterizo entre cristianos y musulmanes en Andalucía durante los siglos XIII al XV. A diferencia de otras "guerras", más o menos estatales o regionales, ésta se caracteriza pronto por ser básicamente una guerra de conquistas sistemáticas y asimilación definitiva del territorio nazarí por los castellanos. No se trata ya de obtener botín, parias o castigar a los granadinos por el incumplimiento de las treguas o el vasallaje prometido, sino más bien de poner fin a la existencia del reino granadino, como entidad geopolítica andalusí independiente, en el contexto peninsular emergente de la unidad de los reinos hispánicos cristianos. La guerra de Granada se inicia con una primera etapa (1482-1485) de tanteo y escaramuzas; de éxitos y fracasos militares paralelos "conquista de Alhama por el marqués de Cádiz (1482), desastre cristiano en la Axerquía malagueña (1483), conquista de Ronda (1485)" en la que la participación de la nobleza y de las ciudades andaluzas es espectacular. Una segunda etapa (1485-1490), de clara implicación monárquica, persigue el aislamiento político de la capital. El frente occidental se arruina por completo con la conquista de Loja (1486) y Málaga (1487). El frente oriental, dividido por los enfrentamientos familiares e ideológicos de El Zagal * y Boabdil * , asiste impotente a su propio derrumbamiento. En 1487 se entrega Baza y en 1489 Almería y Guadix. Solo queda Granada. La última etapa tiene por finalidad el asedio de la capital (1490-1491). A pesar de la proclamada "resistencia" de Boabdil, presionado por alfaquíes y el pueblo, inicia sin embargo contactos secretos con los Reyes Católicos, que terminan con las Capitulaciones de Granada * y los restantes lugares del reino, en condiciones favorables para el rey y sus súbditos. Con el final de la guerra y la capitulación de Granada, el día 2 de enero de 1492, termina también la última frontera del Islam peninsular, cuya existencia había marcado, desde los lejanos tiempos del siglo XIII, la historia de Andalucía. [ Manuel García Fernández ].
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