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ESPARTERO |
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| (sevilla, 1865-madrid, 1894).
Matador de toros, de nombre Manuel García
Cuesta. No cuenta con ambiente taurino en su familia, que se empeña en
darle una ilustrada educación. Toma su apodo de la espartería que
regentan sus padres en la histórica plaza sevillana de La Alfalfa, pero
el joven se decanta muy pronto por la trayectoria taurina. Participa por
primera vez en una novillada en la localidad de Guillena (Sevilla) y,
posteriormente, hace lo propio en Bollullos del Condado (Huelva), a las
órdenes de José Cineo Cirineo. Demuestra muy pronto un valor descomunal y
como consecuencia de todo ello sufre tremendos revolcones y volteretas.
Se presenta por primera vez con novillos en la Real Maestranza de Sevilla
el 12 de julio de 1885. Cosecha un éxito destacado y ya se comienza a
hablar de sus maneras en los corrillos taurinos. El 13 de septiembre de
ese mismo año toma la alternativa en la misma plaza. Le acompaña en el
cartel Antonio Carmona "El Gordito" como padrino y los astados que se
estoquean son de Saltillo. El toro de su alternativa se llama Carbonero,
negro, entrepelado, bragado y bien puesto. Una estocada certera lo deja
sin puntilla. Se convierte en fenómeno social, ya que esa misma tarde los
talleres sevillanos cierran un poco antes para que nadie pueda perderse
la función. Sus maneras son elegantes pero gran parte del público le
espera por su temeridad. El diestro deja a un lado el estilo para
potenciar el valor. Buena parte del público se pone en su contra, sobre
todo, en la capital. Entre los años 1885 y 1890 se le señalan defectos
técnicos, pero el diestro se cobra cornadas por su temeridad, sobre todo
en la suerte suprema. El gran público le adora, no así los más puristas.
Se sabe que en el Café de París, en pleno centro de Sevilla, son
increpados los clientes que entran sin hacer una reverencia al retrato de
Manuel. A partir de 1890 depura su técnica, pero la suerte suprema
continúa siendo su espina. En la temporada de 1894 comienza con buen pie
en Madrid alternando con Rafael Guerra Bejarano "Guerrita" y Manuel
García Reverte; y luego en Sevilla, donde alcanza sus más altas cotas
como profesional. Como una escala más de su fuerte competencia en los
ruedos decide actuar otra vez en Madrid ante toros de Miura en la tarde
del 27 de mayo de ese mismo año. El público está dividido. Hace el
paseíllo acompañado por Carlos Borrego "Zocato" y Antonio Fuentes. Al
ruedo salta el primero de la tarde, de nombre Perdigón, un colorao, ojo
de perdiz, de imponentes defensas. El diestro es prendido mortalmente al
entrar a matar después de sufrir una aparatosa voltereta en la misma
suerte. En pocos minutos se agota su vida. Intenta levantarse y no puede.
La tragedia se consuma. Su entierro en Sevilla es una manifestación de
sentimiento popular exacerbado. Su tumba lleva por motivo un fuste de
orden corintio partido en dos. La columna de la Fiesta se rompe con la
desaparición de El Espartero.
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