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INVERNADERO |
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m. Instalación para el cultivo de plantas, en la que
se controlan la temperatura, humedad, iluminación y otros factores
ambientales. ||
2.
Efecto ~
. Fenómeno relacionado con la absorción de calor
por la atmósfera terrestre, que evita que el calor del Sol recibido por
la Tierra vuelva al espacio, con lo que se produce un aumento de la
temperatura media del planeta.
El invernadero agrÃcola es una estructura cerrada
cubierta por materiales transparentes, dentro de la cual es posible
obtener unas condiciones artificiales de microclima y, con ello, cultivar
plantas fuera de estación en condiciones óptimas. Ofrece, entre otras
ventajas, la posibilidad de obtener frutos más tempranos, el aumento de
su calidad y del rendimiento, el ahorro de agua y fertilizantes, un mejor
control de insectos y enfermedades y la posibilidad de obtener más de una
cosecha al año. Entre los inconvenientes, la alta inversión inicial y, en
general, el alto costo de operación, que requiere personal especializado.
Los invernaderos se pueden clasificar según las caracterÃsticas de sus
elementos constructivos "perfil externo, su fijación o movilidad o el
material de cubierta". El invernadero requiere lugares soleados y secos,
aunque debe evitarse un exceso de insolación.
La expansión de los invernaderos es uno de los
factores más decisivos en el crecimiento de la agricultura andaluza en el
último tercio del siglo XX, desde los litorales almerienses, hortalizas,
a los de Huelva, fresón. En AlmerÃa se encuentra la mayor concentración
de invernaderos del mundo, más de 30.000 ha cubiertas por plástico, que
han permitido la producción de hortalizas en territorios prácticamente
desérticos; asà el valor de la producción hortofrutÃcola en AlmerÃa
pasaba de 57,2 millones de euros en 1975 a los 1.200 millones de 2000. No
obstante, esa proliferación de los invernaderos, que han originado además
una notable actividad industrial en torno a ellos, plantea también
numerosos problemas, se considera que más del 30%  de los de nueva
construcción son ilegales y no mantienen control sanitario o ambiental
sobre su ubicación o los tratamientos que utilizan. Además, en las costas
de AndalucÃa la agricultura intensiva bajo plásticos genera más de 45
millones de kg. de residuos anuales, la mayorÃa plásticos y materia
orgánica sin que falten los tóxicos y peligrosos.
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