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PIRAGÜISMO |
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m.Deporte acuático que no se debe confundir con el
remo. Cristóbal Colón es el encargado de introducir la palabra piragua en
Europa tras sus viajes a América, aunque Garcilaso de la Vega aporta la
definición: "embarcación sin cubierta". El testimonio más antiguo del
origen de este deporte se halla hace 6.000 años. El arqueólogo inglés
Leonard Wooley descubre una representación de una canoa y un remo en la
tumba del rey sumerio, en Ur, en las proximidades del río Eúfrates. No
obstante, la génesis de la piragua moderna se fija en Canadá "de ahí que
se les conozca en la actualidad a los
kayak
(en esquimal, "bote de hombres") como canoas
canadienses", donde los primeros pobladores tenían a esta embarcación
como un verdadero modo de vida.
Construidas con huesos de reno o madera y
recubiertos con pieles de foca, es el modelo que traen los británicos a
Europa a finales del siglo XIX. Un nombre destacado del piragüismo en sus
inicios es el del aventurero escocés John McGregor, quien en 1865
emprende viajes por los lagos y ríos más famosos del mundo. La Federación
Internacional de Piragüismo se funda el 19 de enero de 1924 y doce años
más tarde, en 1936, este deporte pasa a ser olímpico en las Olimpiadas de
Berlín.
Tipos de embarcaciones.
Existen dos tipos de piraguas de competición que
atienden a los propios orígenes de este deporte: la canoa y el
kayak
. La primera es una embarcación abierta donde el
piragüista hinca una de sus rodillas y se desplaza gracias a una pala de
una sola hoja. Para la competición existen canoas de un puesto, de dos y
de cuatro canoístas, es decir el C-1, C-2 y C-4. En el kayak el
piragüista va sentado, avanza con una pala de doble hoja, una por cada
extremo y con los pies dirige un pequeño timón. Al igual que en la canoa,
existen las modalidades de K-1, K-2 y K-4.
Modalidades.
El piragüismo cuenta con varias modalidades, aunque
sólo dos de ellas forman parte del programa olímpico y de los principales
campeonatos internacionales: aguas tranquilas "con carreras de pista y
larga distancia" y aguas bravas "
slalom
".
El piragüismo en Andalucía.
En España el piragüismo surge en los años 50
como actividad turística, ligada al excursionismo y la aventura. Son años
en los que se proponen y consiguen grandes gestas como las de cruzar el
Estrecho de Gibraltar, o la larga travesía a Roma de 1950, y es ya un
acontecimiento internacional de primera magnitud el Descenso del Sella,
que nace en 1930. Una docena de clubes apoyan la separación del
piragüismo de la federación de remo, que se produce en 1959, con Hernando
Calleja García como primer presidente.
La Federación Española de Piragüismo arranca con 180
piragüistas afiliados en toda España, donde existe un calendario de 25
pruebas. El primer Campeonato de España se disputa, en 1960, en Sevilla,
en el río Guadalquivir, con fama ya consolidada de una lámina de agua
ideal para la práctica de este deporte. Ese año el piragüismo español
comparece por primera vez en unos Juegos Olímpicos, con el ilerdense
Joaquín Larroya Solano y el asturiano Juan Miguel Feliz Bulnes, que
logran acceder a las semifinales en K-1 y K-2 1.000 metros.
En Andalucía, los primeros pasos del piragüismo
datan de los años 30, principalmente en Sevilla, donde se abordaron
travesías entre la capital y Sanlúcar de Barrameda, en la desembocadura
del Río Grande, con embarcaciones artesanales. Pero no fue hasta mediados
de los años 50, de la mano del Real Club Náutico de Sevilla, cuando
comienza a consolidarse la expansión, que llega en ese tiempo también al
Real Círculo de Labradores y al Círculo Mercantil. Esas dos primeras
entidades son, a partir de entonces, referentes de este deporte en España
e incluso el Labradores ostenta el honor de ser el club que más veces se
ha proclamado campeón nacional. De esa entidad proceden los dos
piragüistas más laureados de la historia del remo andaluz y español, los
sevillanos Francisco López Barea
*
(Paco Barea), 26 veces campeón nacional y olímpico
en tres ocasiones (Los Ángeles "84, Seúl "88 y Barcelona "92), y Beatriz
Manchón
*
, la piragüista española más laureada de la
historia, campeona mundial y europea y participante igualmente en tres
citas olímpicas (Atlanta 96, Sydney 2000 y Atenas 2004), en las que
obtiene siempre el diploma.
No obstante, el primer piragüista andaluz que forma
parte del equipo nacional en unos juegos es el también hispalense Gerardo
López Espejo, que participa en un K-4 1.000 en México 68. Seis años
después concurre en Munich "72 su hermano Álvaro. La lista de olímpicos
del piragüismo andaluz la completan, además de los citados: Fernando
Fuentes Piñero (Seúl "88), Francisco Javier Álvarez Rosario (Seúl "88),
Francisco Leal Trujillo (Seúl "88), Susana Torrejón Díaz (Barcelona "92),
todos estos sevillanos, y el gaditano Pablo Baños (Atenas 2004). La
mayoría de ellos ha competido en Campeonatos del Mundo y de Europa así
como grandes regatas internacionales, a los que hay que añadir el
onubense Manuel Muñoz Arestoy, mundialista absoluto e internacional
habitual en los últimos años.
En 2002 Andalucía organiza el Campeonato del Mundo
absoluto de piragüismo en pista en el Guadalquivir a su paso por el
Centro de Alto Rendimiento de Remo y Piragüismo de la Cartuja de Sevilla,
el primero de esta modalidad que se celebraba en la historia en
España.
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