| (sevilla, 1829-1889). Cantaor. Está considerado como uno de los grandes de la historia del flamenco, por su amplio repertorio como intérprete y su labor de difusión y patronazgo del cante. Los únicos testimonios que existen sobre su trayectoria artística son escritos, ya que no registra su cante. Sin embargo, autores como Fernando el de Triana * lo definen como un "cantaor enciclopédico", dominador de los cantes básicos, principalmente de la siguiriya, aunque "todo, absolutamente todo, lo cantó extraordinariamente bien". La otra gran referencia sobre su carrera procede de Antonio Machado y Álvarez * 'Demófilo', quien mantiene una amistad con el cantaor.
Hijo de un militar italiano, Nicolás Franconetti, jefe de guardias valonas, y de la alcalareña María de la Concepción Aguilar, la infancia de Silverio transcurre entre Sevilla y Morón de la Frontera, localidad en la que su familia regenta una sastrería. Con apenas diez años, Silverio rehusa trabajar en el negocio familiar y asiste repetidas veces a una fragua cercana donde cantan gitanos aficionados al flamenco. En contra de los deseos de sus padres, Silverio alimenta su vocación por el flamenco a través de El Fillo * , cantaor gaditano asiduo en estas fiestas celebradas en Morón. Siendo aún joven, Silverio se traslada a Sevilla para probar fortuna en los tablaos. Según Demófilo, desecha entonces la opción de estudiar música como le aconsejaban muchos allegados. De Sevilla pasa a Madrid, ciudad en la que comienza a dar conciertos en salas o tablaos. Se convierte, de este modo, en uno de los primeros promotores de la profesionalización del flamenco, que iría apartándose progresivamente de las fraguas y las juergas espontáneas organizadas para los señoritos.
Hacia 1856 viaja a Montevideo (Uruguay), etapa de la que se desconocen muchos datos; aunque Demófilo afirma que se ocupa de "picar toros en los tiempos de paz y a servir en los tiempos de guerra a los ejércitos de la República del Uruguay, donde llegó a obtener el grado de oficial". Tras su regreso a España en 1864, convertido prácticamente en un indiano rico, inicia su periodo de mayor actividad artística. Actúa en diferentes tablaos de Andalucía y es reconocido por interpretar magistralmente los cantes gitanos, heredados principalmente de El Fillo. Posteriormente, se asocia con Manuel Ojeda 'El Burrero' para fundar uno de los primeros cafés cantantes de Sevilla, también llamado El Burrero, en el que ejerce como "mecenas" del flamenco, artista encargado de descubrir y proteger a futuras figuras, entre ellas Antonio Chacón * .
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