m. (Del latín cancer ). Tumor maligno, generalmente formado por células epiteliales, que invade y destruye los tejidos. A pesar de los imparables avances de la ciencia a lo largo del siglo XX, todavía constituye todo un exasperante misterio el mecanismo que desencadena la transformación de células normales en otras con propiedades anómalas. Estas características anómalas de las células cancerosas malignas se transmiten a las células hijas, y se manifiestan por una alteración en el control de crecimiento y la función celular, que a la larga conduce a una serie de fenómenos adversos en el huésped: crecimiento masivo debido a una alta tasa de reproducción celular, que lleva a las células cancerígenas a invadir por completo los tejidos afectados e incluso emigrar, a través de la sangre o de la linfa, a tejidos vecinos y a otras partes del organismo (metástasis). La proliferación de los tumores malignos depende de la irrigación sanguínea del huésped, las hormonas, los fármacos y los mecanismos inmunológicos del paciente. Determinadas sustancias, como el asbesto, la brea y el cromo, y las radiaciones nucleares son cancerígenas. Se aconseja no abusar de las grasas animales y prescindir del alcohol y el tabaco, causa principal de la aparición de los cánceres de pulmón y garganta. Recomendaciones que, en última instancia, están encaminadas a la adopción generalizada de unos hábitos saludables que, junto a una mayor atención a la mejora del medio ambiente, permitan disminuir la incidencia del cáncer, un auténtico azote de las sociedades contemporáneas, en los comienzos del siglo XXI.
La medicina ya es capaz de tratar con garantías de éxito algunos tipos de cánceres: la extirpación quirúrgica del cáncer de cérvix alcanza una tasa de curación de casi el 100%; el tratamiento médico del cáncer de ganglios linfáticos, más del 80%; la extirpación quirúrgica del cáncer de piel e intestino, más del 50%; y el tratamiento con fármacos de la leucemia aguda linfoblástica, alrededor del 50%. No obstante, el procedimiento más eficaz para prevenir el cáncer es el diagnóstico precoz antes de que las células cancerosas se trasladen a otros órganos, sometiendo al paciente a pruebas indoloras como la ecografía o la gammagrafía. Una vez localizado, y según el tipo del que se trate, la curación se intenta con la cirugía, cuando sea posible, la quimioterapia y la radioterapia. Precisamente este último tratamiento se está comenzando a aplicar en Málaga, concretamente en la clínica oncológica Croasa, concertada con el Servicio Andaluz de Salud, mediante una novedosa técnica, pionera en España, que permite aumentar la dosis de radiación para destruir las células tumorales, al mismo tiempo que disminuye los riesgos de que los órganos sanos cercanos al tumor sufran algún daño.
Los cánceres se dividen en dos grandes categorías: carcinomas y sarcomas. Sus localizaciones más frecuentes, nombradas de mayor a menor, son: en los hombres, pulmón, próstata, intestino grueso, tracto urinario, y sangre (leucemias) y linfáticos (linfomas); en las mujeres, mama, intestino grueso útero, pulmón, y sangre y linfáticos. De hecho, según la Asociación Española contra el Cáncer, el 70% de la mortalidad por cáncer en España "en 2001 fallecen alrededor de 97.000 personas que lo padecen, cifra que supone el 27% de las defunciones" es debido tan sólo a 10 localizaciones tumorales: pulmón, mama, colorrectal, estómago, próstata, vejiga, hígado, páncreas, leucemias y linfomas.
Planes integrales. En Andalucía se declaran cada año 28.000 nuevos casos de cáncer, 11.000 en mujeres y 17.000 en hombres. Con el objeto de atajar esta situación, ciertamente alarmante, la Consejería de Salud pone en marcha en 2002 el denominado Plan Integral de Oncología, que concede una gran relevancia a la reorganización de los recursos destinados al tratamiento del cáncer para obtener un mayor rendimiento en términos de calidad de vida y salud: prevención, diagnóstico precoz, mejora de la atención sanitaria, cuidados paliativos adecuados y formación continuada de los profesionales. Asimismo, plantea actuaciones para combatir el tabaquismo y el asesoramiento ofrecido por un consejo genético integrado por expertos a aquellas personas que, por herencia, están predispuestas a desarrollar un tumor maligno. Una de sus principales novedades es la creación de unidades diagnósticas en los centros de atención primaria que, mediante consultas multidisciplinares y utilizando métodos de alta resolución, identifiquen precozmente los tumores.
El Instituto de Estadística de Andalucía registra entre las veinte primeras causas de muerte en la comunidad autónoma los tumores malignos de tráquea, bronquios y pulmón, el tumor maligno del colon y el cáncer de mama. También son frecuentes los cánceres de estómago e hígado mal definidos. En torno a 2.887 personas, la mayoría hombres, fallecen cada año en Andalucía por cáncer de pulmón, cantidad que representa el 4,78% del total de fallecidos. Por otra parte, el tumor maligno de mama es la causa de 842 muertes "1,39% del total de fallecidos" y una de las principales preocupaciones de las autoridades sanitarias: casi 3.000 nuevos casos de cáncer de mama surgen todos los años en Andalucía. La prevalencia asciende en España a 17.000 casos de mujeres diagnosticadas con esta enfermedad, con una tasa de 7.000 fallecimientos al año. Considerado como el tumor más común entre las mujeres, la posibilidad de desarrollar cáncer de mama es de un 11%. Además, es la principal causa de muerte entre las mujeres de 40 a 59 años. Por este motivo no dejan de impulsarse investigaciones y estudios internacionales que en los últimos tiempos arrojan resultados esperanzadores: las mujeres con cáncer de mama en estadios iniciales que reciben quimioterapia basada en el fármaco docetaxel, después de la cirugía, tienen un 30% menos de riesgo de muerte, y un 28% menos de probabilidades de sufrir una recaída tras 55 meses de seguimiento.
Células madre. Uno de los principales focos científicos se centra en las investigaciones con células madres, generadoras a veces, como indica un nutrido grupo de expertos en la revista Andalucía Investiga, "expectativas demasiado altas, debates confusos e intenciones no siempre loables". El estudio de las células madre embrionarias humanas puede proporcionar información crucial para comprender los complejos procesos que tienen lugar durante el desarrollo humano. En este sentido, los primeros objetivos serán conocer los mecanismos que mantienen a una célula indiferenciada y proliferante y aquellos que la transforman en una célula diferenciada que deja de dividirse. Muchas malformaciones congénitas y enfermedades tan importantes y graves como el cáncer se originan por anormalidades en la división y la diferenciación celular. Por ello, un conocimiento más profundo y detallado de los genes y moléculas que controlan estos procesos permitiría conocer como se producen y, consecuentemente, idear nuevas terapias para prevenirlos. Sin embargo, aparte de las consideraciones éticas oportunas, hay que señalar que existen obstáculos adicionales a este posible uso, como es el limitado conocimiento que se tiene de las señales y los genes que controlan la división celular y la diferenciación de las células madre. En este sentido, Bernat Soria, catedrático de Fisiología y director del Instituto de Bioingeniería de la Universidad Miguel Hernández de Elche, firma en diciembre de 2002 un acuerdo con la Junta de Andalucía por el que se incorpora como asesor científico externo al proyecto andaluz de investigación con células madre embrionarias, terreno en el que es un experto mundial. A pesar de que sus aplicaciones al cáncer aún no están muy claras, lo cierto es que Andalucía se convierte en la primera comunidad española que abre este camino de la Biomedicina.
Estos esfuerzos que tratan de reducir la elevada tasa de incidencia del cáncer son coordinados por las administraciones públicas, los profesionales sanitarios y diversas asociaciones, entra las que destaca la Asociación Española contra el Cáncer. En Andalucía existen numerosas organizaciones regionales y provinciales que promueven todo tipo de iniciativas para prevenir, curar o asistir a los ciudadanos enfermos, como la Asociación de Mujeres Mastectomizadas, con sede en Almería, o la Asociación de Niños Oncológicos de Andalucía occidental y Extremadura (Andex), creada por la doctora Ana María Álvarez Silván en el Hospital Infantil Virgen del Rocío de Sevilla. Todas ellas se hacen eco de las últimas investigaciones que insisten en las bondades del aceite de oliva. En palabras del oncólogo Pedro Sánchez Rovira "en España los cánceres de mama y de colon representan un 28% y un 42% menos de incidencia que la media de la Unión Europea. Si siguiéramos una dieta rica en aceite de oliva tendríamos 3.000 casos menos de cáncer sólo en Andalucía. Si lo sumamos a lo que ocurre en otras comunidades, se aprecia que la importancia de este alimento es enorme". Así, una alimentación que incluya aceite de oliva virgen puede reducir el desarrollo de tumores entre un 8% y un 10% e incluso en algunos casos, como en el cáncer de mama, hasta un 15%, mientras que la aplicación de medidas de diagnóstico precoz "sólo" disminuye la incidencia de la enfermedad un 3%. [ Javier Vidal Vega ].
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