m.Establecimiento, público o privado, destinado a la atención, diagnóstico y tratamiento de los enfermos; también se suelen realizar en ellos tareas de enseñanza e investigadoras. || 2. Hospital de sangre. En campañas militares, lugar donde los heridos reciben los primeros auxilios.
Se tienen referencias de la existencia de hospitales ya en la Bizancio del siglo IV. Durante la baja Edad Media muchas ciudades relevantes se dotan de una institución similar, y con las cruzadas nacen las órdenes hospitalarias, orientadas en principio a atender a heridos en los Santos Lugares, pero que luego se extienden por toda Europa. En Andalucía tendrá incidencia sobre todo la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén. Al margen quedan instituciones como los lazaretos, donde se recluye a los leprosos. Será, sobre todo, durante el Renacimiento cuando se configura el hospital como centro amplio, higiénico, destinado esencialmente a la atención médica. Se crean entonces grandes edificios, en torno a un patio central, o varios, o bien en cruz griega, de los cuales los primeros y notables ejemplos en Andalucía son el Hospital Real de Granada (cruz griega) y el de Las Cinco Llagas, en Sevilla, con patios y en su día el mayor de Europa. Y, también en el siglo XVI, el de Santiago, en Úbeda, ciudad donde antes, en el XV, se crea una institución peculiar, el Hospital de los Honrados Viejos, curioso hospital-asilo.
Es, sin embargo, la Iglesia la que protagoniza la atención hospitalaria. Entre los siglos XVI y XVIII no faltan órdenes hospitalarias creadas en Andalucía o con especial incidencia en ella. En Granada tiene su origen la de los Hermanos de San Juan de Dios, fundada en 1539, que se dota de un hospital en la ciudad y se va extendiendo a otras ciudades andaluzas, como Córdoba y Lucena. El modelo del hospital granadino inspirará pronto hospitales como el de Jerez de la Frontera (1575). Cuando concluye ese siglo la orden de San Juan de Dios dispone de 11 hospitales en la comunidad andaluza, de un total de 17. Congregación religiosa con origen e implantación andaluza es también la de las Hospitalarias de Jesús Nazareno, fundada en Córdoba en 1673 y que entre los siglos XVII y XVIII funda diez hospitales en Andalucía, la mitad en Córdoba, cubriendo casi todas sus comarcas.
Con la Ilustración se denuncia el deterioro y la falta de condiciones higiénicas de muchas de estas instituciones, y comienzan a surgir hospitales especializados, sobre todo infantiles. En Andalucía nacen nuevos hospitales, como el del Cardenal Salazar, en Córdoba. Al inicio de la edad contemporánea, comienzos del XIX, las instituciones sanitarias en Andalucía, como en toda España, muestran serias carencias, que incluso se agravan por la decadencia de la actividad de las órdenes religiosas, derivadas de la prohibiciones que pesan sobre ellas. Las instituciones andaluzas están muy lejos de ese hospital jardín, con pequeños pabellones aislados, que asoma en países como Gran Bretaña. En la Andalucía del XIX y principios del XX van a coexistir diversos tipos de hospitales públicos o de Beneficencia, asumidos sobre todo por las Diputaciones, con los religiosos, universitarios "o clínicos" allí donde hay facultades de Medicina e incluso hospitales militares en ciudades como Granada, San Fernando o Sevilla. Panorama que se sigue diversificando cuando aparecen muy distintas entidades promoviendo hospitales, desde la Cruz Roja, que llega a tener hospitales en varias provincias andaluzas, a instituciones privadas "como el Hospital de los Marqueses de Linares, en esta ciudad jiennense", pasando por los promovidos por las diputaciones; nacen hospitales especializados como los antituberculosos "El Neveral, Jaén", y sobre todo los hospitales psiquiátricos, de los que se crea uno en cada provincia. Durante el franquismo, con el establecimiento de la Seguridad Social, se consolida el modelo de gran hospital de ámbito provincial dependiente de esa institución, se construyen, sobre todo a partir de los años sesenta, grandes complejos hospitalarios en las capitales, que no obstante coexisten con los de otras instituciones. Entra en crisis el pequeño hospital comarcal.
Servicio Andaluz de Salud. Con la autonomía política y la transferencia de las competencias sobre Sanidad al gobierno autónomo, se produce un importante reordenamiento del sistema hospitalario, de forma que tras crearse a mediados de los años ochenta el Servicio Andaluz de Salud pasa a controlar tanto los hospitales procedentes de la Seguridad Social como los de las diputaciones, en tanto firma conciertos con otros, como los de la Cruz Roja. Entran en crisis los hospitales militares y se mantienen al alza los universitarios. En los años noventa cobran nuevo impulso los hospitales privados, pero ahora no creados por sectores religiosos sino por empresas, que en muchos casos dependen de los conciertos con el SAS y que tienden a denominarse más clínicas que hospitales.
Desde finales del siglo XX se percibe una nueva coyuntura, en la que tras los fallos evidenciados por la concentración anterior se tiende a una paulatina descentralización, tanto por la aparición de hospitales comarcales "Osuna, Andújar, Antequera" como por el hecho de que asomen grandes hospitales, como el de la Costa del Sol, gestionados por empresas autónomas. El panorama de los hospitales andaluces ofrece desde centros como el Reina Sofía, de Córdoba, que alcanzan gran prestigio internacional en transplantes, hospitales especializados, como el Oncológico de Sevilla, los Psiquiátricos, como los de Granada y Sevilla, los materno-infantiles como el de Málaga u orientados a la Tercera Edad, como el Vázquez Díaz de Huelva. Domina, con todo, el hospital general, como el Virgen del Rocío en Sevilla, el Carlos Haya en Málaga, el Juan Ramón Jiménez en Huelva, el Ciudad de Jaén o el Virgen de las Nieves, en Granada.
En los primeros años del siglo XXI Andalucía ofrece un centenar de hospitales, entre públicos y privados, con 15.500 camas los del SAS y 6.000 los privados. Esos centros totalizan los 11.000 trabajadores, incluido personal administrativo. [ Antonio Checa Godoy ].
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