(GR). Río de la provincia de Granada, de 71 km. de longitud, que discurre desde la falda sur de Sierra Nevada hasta la Vega de Motril y Salobreña, en cuyo término municipal desemboca. Su caudal medio es de 6,65 m 3 /segundo, aunque quizás sea el río de caudal más irregular de Andalucía, debido al carácter torrencial y nivopluvial de sus aguas, que dependen en gran medida del deshielo y de las tempestades que reciben las montañas granadinas. Como señala Madoz, "tiene su origen en Sierra Nevada, de varias fuentes que nacen en el puerto del Rejón", y se alimenta de una gran cantidad de arroyos y ríos menores que confluyen en él. Se trata de los arroyos Jubiles y Nieles, el río Poqueíra, Trevélez, los arroyos Seco y Chico y, sobre todo, el río Ízbor "también llamado en el pasado Santo, Grande o Albuñuelas", que recoge a su vez las aguas del Valle de Lecrín y los laderos de Sierra Nevada a través de los arroyos Dúrcal, Torrente, Melegís, Talara, Lanjarón y Tablete. A principios del siglo XXI, el río Ízbor, el más caudaloso y regular de los afluentes del Guadalfeo, está regulado por el embalse de Beznar.
El Guadalfeo nutre los campos de la fértil Vega de Órgiva y continúa, siempre en dirección Suroeste, hasta encajonarse entre las sierras de Lújar y Guájares, por donde el río transcurre por un estrecho y vertical corredor, hoy aprovechado por la autovía que une Granada con su costa. Desde que el río se aleja de Órgiva, su cauce transcurre por las localidades de Vélez de Benaudalla, Lobres y Salobreña, donde desemboca a escasos kilómetros del casco urbano. Pese a su escasa longitud, la fuerza de las aguas y su capacidad de erosión y arrastre crean, en su trayecto último, una fértil vega y un pequeño delta que sustituyen a la pequeña bahía que existía en su origen. Es tanto lo imprevisible de sus aguas, que todavía en tiempos de Madoz (1845) "ni un sólo puente se encuentra en toda su longitud", ya que "la gran cantidad de agua y de piedras que arrastra el río en sus crecidas, su corriente y los grandes canalizos que forma, hacen muy costosas este tipo de obras en un mismo álveo". La violencia de las crecidas y la colmatación de materiales provoca que, desde que se documentan los cambios del río, su curso no sea el mismo en los últimos kilómetros. Así, Madoz apunta que "hasta 1790 corría desde Pataura al Sur Suroeste, concluyendo al pie de Salobreña; después varió al Este por un nuevo canal que siguió hasta el 5 de enero de 1821, en cuya noche volvió a romper a su izquierda, abriéndose desde Pataura el cauce que hoy tiene, destruyendo más de 7.000 marjales de labor". Este problema histórico, que afecta a la agricultura de la zona y, a menudo, pone en riesgo a los pobladores, se soluciona de forma definitiva en 2003 gracias a la puesta en funcionamiento "no exenta de polémica medioambiental" de la presa de Rules, en el término municipal de Salobreña.
Río corto, encajonado, violento y cenagoso, sus profundas gargantas despiertan la admiración de quienes lastransitan. Así, los historiadores árabes recogen que Alfonso I de Aragón, al atravesar con sus huestes en 1126 sus angosturas, dijo a su comitiva: "¡Oh, qué gentil sepultura, si hubiera quién desde lo alto nos echase tierra encima". [ Pablo Santiago Chiquero ].
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