f. Cese voluntario en el trabajo por parte de personas empleadas en una misma empresa, sector económico u oficio, en demanda de mejoras o en apoyo de determinadas reivindicaciones. Se denomina huelga general a aquella convocada en un determinado territorio para todos los sectores productivos. La aparición de la huelga se produce en los albores del siglo XIX, con el inicio de la revolución industrial y la aparición de un proletariado que trabaja en condiciones miserables, aunque no faltan algunos precedentes en la Edad Moderna o incluso en la Edad Media. En la Edad Contemporánea se convierte en el principal instrumento de presión por parte de trabajadores y sindicatos ante los empresarios. Pero el reconocimiento de la huelga como derecho de los trabajadores es fruto del siglo XX y, en el caso de España, del periodo republicano y, sobre todo, de la consolidación democrática tras el franquismo.
En Andalucía hay referencias de huelgas y conflictos colectivos desde mediado el siglo XIX en los principales núcleos fabriles, como las bodegas jerezanas, y adquieren una notable envergadura durante el Sexenio Revolucionario. Coincidiendo con la implantación de la I Internacional, se producen no sólo en las capitales sino en muchas agrociudades. Durante la Restauración, huelgas y protestas agrarias suelen marchar unidas "a veces con protestas muy duraderas, como ocurre en Teba (Málaga)", en tanto la paulatina implantación del movimiento obrero facilita su aparición, en sectores como el ferrocarril o la minería. La represión, como ocurre en Riotinto en 1888 o en Jerez de la Frontera en 1892, suele ser muy dura.
La primera huelga general española, la de 1917, tiene importante eco en Andalucía, desde el transporte en grandes ciudades a las minas. El denominado "trienio bolchevique" (1918-1920) es pródigo en ellas. Vuelve a ser muy alto el índice de huelgas en el periodo republicano, con especial incidencia de algunas convocatorias, como la huelga general campesina de la primavera de 1935. Con el franquismo desaparece el derecho "y la práctica" de la huelga, que sólo reaparece, en condiciones muy difíciles por la represión, en los últimos años del regimen, coincidiendo con la reorganización de los sindicatos "creación de CC OO por ejemplo". Una huelga con manifestación en el sector de la construcción en Granada, en julio de 1970, se salda con tres obreros muertos. Todo el periodo de la Transición es una etapa de alta incidencia de las huelgas, que en el caso de Andalucía buscan también frenar el impacto del proceso de desindustrialización que se vive en sectores industriales andaluces, como la siderurgia sevillana o los astilleros gaditanos. Resurgen también las huelgas agrarias, con episodios de huelgas de hambre protagonizadas sobre todo por el Sindicato de Obreros del Campo (SOC). Sin embargo, el asentamiento de la democracia y la mejora del diálogo entre sindicatos y asociaciones empresariales, favorecido por el gobierno autónomo, con frecuentes acuerdos o pactos, contribuye a una paulatina disminución del número y de la incidencia de las huelgas en Andalucía, aunque algunas huelgas generales, como la de diciembre de 1988, con gobierno socialista, o la de 2002, con gobierno del PP, tienen importante repercusión. [ Antonio Checa Godoy ].
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