(JA). El municipio se localiza en la comarca Sierra de Cazorla, al este de la provincia, distante 105 km. de Jaén, con una extensión superficial de 304 km2 y una población total de 8.167 h. Cazorla es un municipio con una larga historia, de hecho los primeros indicios de la ocupación de este territorio se remontan al siglo VI a.C. Durante la época romana comienza la explotación de las antiguas minas de plata y a la larga etapa árabe pertenece el castillo y, según algunos investigadores, son ellos los que dan el característico trazado con el que hoy cuenta. Según Lapeyre, a principios del XVII cuenta con una notable morería. Es ya en el siglo XII cuando el municipio se convierte en el centro principal de la zona, pasando a ser feudo del Arzobispado de Toledo con el nombre de Adelantamiento de Cazorla, y a mediados del XVI se acerca a los 10.000 h. Este auge se mantiene hasta que en 1812, con la abolición de los señoríos, deja de depender del arzobispo de Toledo y entra en declive. A pesar de ello, el municipio tiene un papel muy activo durante la Guerra de la Independencia, ya que el pueblo apoya incondicionalmente a las guerrillas que igualmente saben beneficiarse de la orografía del paisaje.
En 1972 la ciudad y sus alrededores son declarados Conjunto Histórico-Artístico, confirmándolo multitud de monumentos de la época renacentista, como son las ruinas de la iglesia de Santa María; la fuente de las Cadenas (que se encuentran en la Plaza de Santa María); el antiguo convento de los Mercedarios (donde se ubica el ayuntamiento y un teatro); la iglesia de San Francisco (antiguo convento franciscano donde se conserva la imagen del Cristo de la Consolación, de gran devoción). No se puede dejar de mencionar el Castillo de la Yedra, de origen árabe (siglo XI al XIII), muy bien conservado y desde donde se tienen unas vistas incomparables.
De entre las fiestas, destacan las que se celebran a mediados de septiembre en honor del Cristo de la Consolación para conmemorar el hecho de que el Cristo saliera indemne del incendio que afectó a su Iglesia, lo que sirve para otorgarle el patronazgo de la ciudad. Asimismo, Cazorla participa, como numerosos pueblos jienenses, de la tradicional romería de la Virgen de la Cabeza que se celebra el último fin de semana de abril. No hay que olvidar la festividad del Cristo del Valle (durante el primer domingo de mayo) y las fiestas de San Isidro, más conocida como "La Caracolada" que se celebra el 14 y 15 de mayo. Esta última debe su nombre a que las fachadas de las casas se iluminan con candiles fabricados de caracoles formando dibujos geométricos. Está especialmente ligada al carácter agrícola y natural de la ciudad, ya que el santo durante su procesión porta el primer racimo de cerezas de la temporada y el mejor manojo de espigas de la campaña.
El turismo, ligado al Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, es sin duda el motor económico del municipio, ya que el pueblo es el lugar de acceso tradicional a este espacio protegido. Cuenta con más de 650 plazas entre hoteles y pensiones (un 11% aproximadamente de las plazas del Parque y su área de influencia) y una numerosa oferta de restauración que está contribuyendo a consolidar este sector, a pesar de que presenta una marcada estacionalidad "la mayoría de las visitas se realizan en Navidad, Semana Santa y algunos fines de semana". No hay que olvidar la importancia de una actividad tan arraigada como la agricultura, que experimenta un proceso de cambio. Por un lado, la población poco a poco abandona estas tareas para dedicarse al turismo, mientras que, por otro lado, se intensifican la producción y comercialización del olivar. Estas tierras dan un fruto de gran calidad, de la variedad picual y, sobre todo, royal, que produce un aceite de altísimo valor, comercializado bajo la Denominación de Origen Sierra de Cazorla.
No obstante, a pesar de la diversificación económica que en las últimas décadas del siglo XX experimenta el municipio, la pérdida de la población sigue siendo uno de los principales problemas a tener en cuenta por las autoridades. Los últimos datos revelan un desincremento relativo de la población de -15,72 y las previsiones auguran un aumento de esta tendencia, si se tiene presente que existe la misma población menor de 20 años que mayor de 60. La estacionalidad de las dos principales actividades económicas, el turismo y el cultivo del olivar, agudizan esta situación, lo que requiere estrategias económicas que contribuyan a la fijación de la población al municipio. [ Reyes Manuela González Relaño ].
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