(GR). En una vega fértil del altiplano granadino "a más de 890 m. de altitud", en la comarca de Baza, se encuentra el municipio de Cúllar. Cuenta con una extensión superficial de 427 km 2 y una población total de 4.820 h.
Situada en la vía natural de la Depresión intrabética, entre Baza y Los Vélez, se beneficia de su situación en antiguas calzadas, de manera que por estas tierras pasan numerosas culturas como atestiguan los restos de la Edad de Bronce (El Malagón), y sobre todo de las épocas romana y árabe. Esta última etapa, que comienza en 985 con la llegada de Almanzor, da lugar al origen del pueblo, que se escalona en cuevas excavadas en las laderas hacia la vega. Pertenece al reino nazarí de Granada, para el que suponía un punto de defensa frente a Murcia (aunque esporádicamente fuera tomada en alguna correría), con un fuerte torreón militar, junto al que (posteriormente, a la conquista por los Reyes Católicos en 1484) se construye una ermita en honor de la Virgen de la Cabeza.
La ocupación es en principio de una minoría, manteniéndose la mayor parte de la población autóctona hasta la rebelión de las Alpujarras (1570), cuando le son confiscadas las propiedades y repartidas a gentes venidas de otros lugares de Andalucía, sobre todo de Jaén, la cercana Murcia y La Mancha. Incluso mantienen sus tierras algunos nativos (pues escasea la mano de obra y se tiene que permitir repartos de la quinta parte al menos a los "naturales del reino"), que además trabajan en las vegas, si bien otros son eliminados o expulsados. Primero pasa a depender de Baza por privilegio real hasta que en 1620 le es concedida la municipalidad independiente.
Junto al torreón árabe destacan como parte de su patrimonio histórico artístico la iglesia parroquial de Santa María de la Anunciación (siglo XVI), con un hermoso campanario de tres cuerpos, el Ayuntamiento y el Palacio de los marqueses de Cadimo (ambos del siglo XVII). El municipio es conocido por sus fiestas de moros y cristianos, que se celebran el último fin de semana de abril en honor de la Virgen de la Cabeza (paralela a la romería de esta virgen en el Cerro del Cabezo en Andújar). Las fiestas patronales, durante los últimos días de agosto, también están muy arraigadas y son de gran popularidad entre la población.
Cúllar es un pueblo eminentemente agrícola donde un porcentaje muy elevado de su población activa se dedica a las labores propias del campo. Entre sus cultivos destaca el almendro (al que se destinan en torno a 5.000 ha de las tierras de labranza) y otros productos de menor importancia, como la patata y la cebada. La superficie de regadío se extiende por los márgenes de los ríos pero aún es escasa, y por ello la tendencia actual es a la reconversión y la reorganización de los cultivos, incrementando sobre todo la producción de haba verde y otras hortalizas. No obstante, las características climáticas mediatizan la calidad de las cosechas, ya que las fuertes oscilaciones térmicas diarias, los veranos cálidos y fríos inviernos, la escasa pluviometría mal distribuida y de carácter torrencial afectan a la producción.
Este carácter agrícola condiciona en cierta medida la dinámica de la población, que presenta una tendencia regresiva desde la década de los sesenta (debido a las fuertes migraciones, sobre todo al área metropolitana de Barcelona), y aún hoy la pérdida de población sigue siendo uno de los principales problemas del municipio. Entre 1996 y 2003 se produce un descenso del 7,82% en el número de habitantes. A estos datos habría que añadirle los que revelan el envejecimiento de la población, ya que la proporción de mayores de 65 años superan con creces a los menores de 20 (suponen el 26,00% y el 20,35%, respectivamente).
Como estrategia de regeneración y diversificación económica que contribuya a fijar la población a este territorio, se trata de promocionar turísticamente la localidad con las viviendas-cuevas. La gastronomía local ofrece platos típicos de la comarca: arroz con conejo, gachastortas con liebre, gurullos con perdiz, gurupina con setas y cordero a la brasa. [ Reyes Manuela González Relaño ].
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