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| Cuarta letra del abecedario español, que es la del verbo dar y la de las palabras don, dádiva y dado: la generosidad, el azar y la picaresca guardan una larga relación con esta vieja tierra de dunas y de duraznos, donde lo prometido es duda y la historia colectiva un raro equilibrio entre la dicha y el duelo. Andalucía de los dólmenes, de los dátiles y de la derrota, que huele a dondiego pero donde la dama de noche aroma a la Dama de Baza. Los viejos diteros declamaban sus dichos: chachi veri gud de la búaniquelá , lo mejor de lo mejor, cuando vendían a dita agujas de níquel y cambiaban libras en la Andalucía deprimida bajo todos los dolores para después de una guerra. Andalucía del desarrollo y de la decepción, de la verde depresión del Guadalquivir, la que sigue la estela de los delfines y cree todavía en deblas y en diablos disfrazados de donjuanes. Andalucía, diente de león y coto de Doñana convertido en parque. Andalucía de la danza y de la dentera del frío o del hambre. Andalucía dócil y descubridora, bajo la delación del Santo Oficio y el ding-dong del reloj del campanario. Forzados de Dragut, descargas en los paredones de las dictaduras y cargas de los dragones del despotismo. Dulces de obrador y de convento, dulcineas de pastelería y Don Quijote quizá urdido en las duras mazmorras de una calle de Sevilla. Diarios al servicio de la libertad o del poder en tiempos de democracia o dictadura. D de un mes de diciembre donde el día cuatro los andaluces salieron a pedir autonomía contra viento y marea. D de insignes andaluces que dieron luz a la historia andaluza con Daoiz, Díaz del Moral y Domínguez Ortiz. Dos Hermanas, Dalías y Doña Mencía en el mapa andaluz, que tiene en Despeñaperros la mayor frontera natural e histórica de España. D del vaya usted con Dios, de Dios lo tenga en su gloria, de a Dios rogando y con el mazo dando. [ Juan José Téllez ].
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