m. bot. Planta herbácea ( Cicer arietinum ) de la familia de las leguminosas. El sistema de reproducción es fundamentalmente la autogamia. La planta, que puede alcanzar una altura de 60 cm., es resistente a la sequía. Se desarrolla óptimamente a temperaturas cálidas y produce buenos resultados en terrenos de secano, debido a la profundidad que alcanzan sus raíces, por lo que las estaciones lluviosas suelen reducir la productividad a causa de la aparición de enfermedades. Donde se da mejor es en suelos arenosos bien drenados. El garbanzo es rico en proteínas. Su alto contenido en fibra, ayuda a aliviar el estreñimiento, reduce el colesterol y es muy útil para las enfermedades cardiovasculares. Son un buen alimento ante la diabetes, ya que sus hidratos de carbono son de lenta asimilación, contiene magnesio, con lo cual protege al organismo contra enfermedades cardiovasculares y el estrés. La planta se cultiva también como forraje, ya que es muy apreciada por los animales, e influye en la producción y calidad de la leche. Se consume preparado de formas muy diversas: en España constituye el ingrediente principal de muchos platos típicos, como el cocido y el potaje en todas sus variedades. Otros usos pasan por tostarlos como sucedáneo del café.
Su origen se localiza en Turquía. Desde allí se extiende hacia Europa "región mediterránea" y más tarde a África "fundamentalmente Etiopía", América "especialmente México, Argentina y Chile" y Australia. Se comprueba la existencia de 40 especies de garbanzos. España es uno de los grandes productores mundiales. Andalucía es la principal comunidad productora, con 65.000 ha de superficie cultivada y 45.000 toneladas de producción promedio "un 75% del total español". Destacan las provincias de Granada y Córdoba, aunque tienen, asimismo, justificado prestigio los garbanzos de Escacena (Huelva). El consumo, no obstante, es superior a la producción, por lo que España importa garbanzos, preferentemente de México. [ Antonio Checa Godoy ].
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