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ARGENTINITA, LA |
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(buenos aires, argentina, 1895-nueva york, estados unidos, 1945). Bailarina y bailaora, de nombre Encarnación López Júlvez. Hija de artistas españoles, a los siete años se instala en Madrid con sus padres y toma clases de baile. Comienza a actuar en fiestas privadas de la alta sociedad, y dos años después actúa por primera vez en público en el Teatro-Circo de San Sebastián. A pesar de su corta edad, comienzan a sucederse los contratos y baila por varias ciudades españolas. En esta época adopta su nombre artístico y ya incorpora en su baile estilos flamencos que había visto en los cafes cantantes a los que le llevaba su padre al volver de Argentina. Es anunciada como niña prodigio en los salones de variedades y teatros de Madrid, donde actúa regularmente ya con doce años. Gracias a su gran personalidad artística, La Argentinita se convierte además en una estrella del cuplé, y llega a desbancar como cantante a figuras de entonces como Raquel Meller. La burguesía madrileña organiza fiestas para verla actuar, y su fama entre la sociedad se acrecienta por sus amores con el matador de toros Joselito, máxima figura del toreo de la época. La artista cultiva también la amistad de poetas de la Generación del 27, en especial las de Federico García Lorca * y Rafael Alberti * . Su estrecha amistad con el poeta granadino, a quien conoce desde que él se instala en Madrid en 1919, la hace participar en el malogrado estreno de La zapatera prodigiosa en 1920. Este mismo año, tras la muerte del torero de Gelves (Sevilla), realiza una gira americana desde Argentina a México. En la capital azteca conoce al torero sevillano Ignacio Sánchez Mejías, cuñado de Joselito, con el que mantiene una relación hasta la muerte de éste en 1934. De vuelta de su gira americana cosecha grandes éxitos en Madrid entre 1923 y 1924. Tras unos años de retiro reaparece en 1929, y baila en teatros de Berlín y París. Encarnación López Júlvez demuestra también tener "grandes dotes de organización y dirección", como señala Pedro Vaquero, y funda en 1927 la Compañía de Baile Andaluz; y en 1932 el Ballet de Madrid y la Gran Compañía de Bailes Españoles. Había mostrado siempre gran interés por la danza popular española y los bailes tradicionales de las diferentes regiones de España, que ella misma adaptaba a su estilo, donde era visible la predilección por el cante gitano andaluz. Como resultado de sus contactos con los poetas del 27, especialmente con Lorca, La Argentinita incorpora a su repertorio de baile y canción letras de Lope de Vega, sevillanas del siglo XVIII y canciones tradicionales de corte culto. Graba en 1931 un disco de canciones españolas para la discográfica La Voz de su Amo, con García Lorca como pianista y arreglista. Monta con su Gran Compañía de Bailes Españoles su propia versión de El amor brujo de Manuel de Falla * , con figuras destacadas del baile flamenco como la Macarrona, la Malena, la Fernanda o Rafael Ortega. El estreno tiene lugar en el Teatro Falla de Cádiz, como homenaje al musico gaditano, y resulta un éxito, que repite días después en el Español de Madrid. Luego lleva el espectáculo por otras ciudades españolas, y también actuará en el Teatro de los Campos Elíseos de París, donde recibe un reconocimiento internacional. Participa en actos literarios, como en la conferencia pronunciada en 1933 por Rafael Alberti sobre la lírica popular en el madrileño Teatro Español, que ilustran Lorca, al piano, y ella misma, que canta y baila. En 1935 viaja a América y cosecha importantes triunfos con sus recitales en Nueva York. Recién llegada de una de sus giras, la Guerra Civil le sorprende en un Madrid revuelto, y en otoño sale de España con su hermana "la gran bailarina Pilar López" por Alicante rumbo a tierras argelinas. Para ganarse la vida continúa sus actuaciones en Orán (Argelia) y Casablanca (Marruecos), y al acabar la guerra regresa a España desde París, pero por poco tiempo: vuelve a Nueva York. Allí mantiene contacto con los exiliados residentes en la metrópoli, entre ellos el ex ministro republicano Indalecio Prieto. En 1943 cosecha un gran éxito en el Metropolitan Opera House su montaje del cuadro flamenco El café de Chinitas , con decorados de Salvador Dalí y coreografía propia. Dos años después, en 1945, mientras está haciendo de nuevo El amor brujo , fallece a consecuencia de un tumor en el vientre. Sus restos fueron repatriados a Madrid.[ Jesús Chacón ].
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