Nombre que recibe una parte del arte producido entre la crisis del primer Renacimiento y la consolidación del Barroco. Cubre aproximadamente "en el caso español" la segunda mitad del siglo XVI, y resulta algo anterior en Italia, de donde procede. En Andalucía es introducido por artistas italianos y sobre todo por artistas andaluces que aprenden en Italia. Miguel Ángel y Rafael serán las figuras más influyentes. Muchos artistas andaluces se incorporan con rapidez a esta corriente debido al escaso influjo del clasicismo e incluso a la pervivencia del lenguaje gótico. Ello explica que buena parte de la arquitectura y escultura manierista españolas, y en menor porcentaje la pintura, sean andaluzas: Pedro Machuca, Andrés de Vandelvira, Hernán Ruiz el joven, Diego de Siloé, Pablo de Céspedes, Gaspar Becerra, Pedro de Campaña, son buenos ejemplos. Aunque se le ha definido, algo despectivamente, como mero estilo anticlásico, se trata de un movimiento más complejo, que hoy tiende a verse como fruto de una tensión entre clasicismo y anticlasicismo, entre naturalismo y formalismo, entre espiritualidad y sensualidad (A. Hauser) y como movimiento heterogéneo, con distintas tendencias o direcciones, incluso con una reacción clasicista que podría representar Juan de Herrera. Es un arte que, en sus mejores expresiones, gana autonomía y originalidad respecto a los cánones clásicos.
Con el manierismo la figura humana se alarga y se distorsiona, se exagera, el color adquiere un valor impactante, más que describir se busca emocionar. Se rompen las escalas, se tiende a la desproporción. En arquitectura asistimos a la pérdida de lógica en las relaciones espaciales, la búsqueda de un espacio ficticio, cierto amor a los contrarios, especialmente entre las partes inferiores y las superiores de un mismo edificio, el amor por las formas ovaladas. En el manierismo lo natural y funcional cede ante lo artístico o artificioso.
Granada puede ser la ciudad manierista española por excelencia. La fachada del Palacio de Carlos V "en contraste con su austero patio" y sobre todo la Puerta de las granadas, obras de Pedro Machuca, son buenos ejemplos. Machuca influye además en artistas como Juan de Orea, arquitecto de la catedral almeriense. Sin duda, una de las cumbres del manierismo andaluz es la fachada de la Chancillería de Granada, y por toda la ciudad existen muestras, como el retablo mayor del monasterio de San Jerónimo y toda la última época de Diego de Siloé, autor de la Sacristía Mayor de la catedral sevillana o El Salvador de Úbeda. Siloé es otro arquitecto influyente: Guadix, Málaga. Andrés de Vandelvira, por ejemplo en la Sacristía de la catedral de Jaén, es otro artista que evoluciona del clasicismo inicial "Sala Capitular" a un arte mucho más audaz e imaginativo. En Córdoba y Sevilla Hernán Ruiz el joven (iglesia del Hospital de las Cinco Llagas y el fantasioso remate de la Giralda) deja notables muestras del manierismo arquitectónico.
En pintura el manierismo está bien representado por artistas "amén de Machuca, más pintor que escultor pese a la fama del palacio de Carlos V" como el cordobés Pablo de Céspedes, que reside muchos años en Roma, artista y teórico del arte. En Sevilla trabaja el flamenco Pedro de Campaña, que ha estado también un tiempo en Italia. Obra suya es el Descendimiento de la Catedral, con notables efectos lumínicos subrayando la tragedia. El sevillano Luis de Vargas, tras la preceptiva estancia en Italia, vuelve a Sevilla y realiza, también para la catedral hispalense, los retablos del Nacimiento de Cristo , composiciones con múltiples figuras que copan todo el espacio. Francisco Pacheco, finalmente, representa un manierismo mucho más rígido, ya muy influido por la Contrarreforma. En escultura, la gran figura es el baezano Gaspar Becerra, que realiza su obra principalmente en Castilla, divulgador de Miguel Ángel, clásico representante del manierismo romanista. [ Antonio Checa Godoy ].
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