f.La química es una rama de la ciencia que hunde sus raíces en la Prehistoria. Las primeras herramientas humanas proceden directamente de la naturaleza; son simples rocas o ramas. Más adelante, el hombre aprende a tallar la piedra y afilar las ramas para obtener mejores herramientas, pero la piedra sigue siendo piedra y la madera sigue siendo madera. Sin embargo, el hombre observa cambios en algunos materiales: el fuego carboniza la madera y también es capaz de extraer metales de las rocas; la carne se corrompe, la leche se vuelve agria, los zumos de fruta se convierten en bebidas extrañamente estimulantes. Son esos cambios los que centran el estudio de lo que luego se conocería como química. Muchas técnicas relacionadas con la transformación de las sustancias experimentan un importante desarrollo en diversas culturas, desde China y la India, hasta Babilonia y Egipto. Los egipcios son expertos en el embalsamamiento, la metalurgia, la producción de pigmentos de origen mineral y extractos e infusiones vegetales. Algunos historiadores relacionan la palabra química con khemeia , término derivado del nombre con que los egipcios se referían a su propia tierra. Khemeia significaría pues "arte egipcio". Otras teorías más comúnmente aceptadas relacionan la química con el griego khumos , que significa jugo de una planta; la química sería así el "arte de extraer jugos", o incluso el "arte de extraer jugos de los metales", o sea el arte de la metalurgia.
Las primeras teorías sobre la naturaleza de la materia se desarrollan en la India, con Kashyapa Kanada y en la antigua Grecia, con Demócrito, casi simultáneamente hacia el siglo V a.C. Ambos proclaman que el átomo es la unidad más pequeña de materia. También los filósofos griegos proponen que la materia está compuesta por una combinación de elementos. Aristóteles propone la existencia de sólo cuatro elementos: fuego, aire, agua y tierra. Las ideas del filósofo griego influyen en el desarrollo posterior de la alquimia, el arte de la transmutación de los metales, cuyo objetivo de convertir metales baratos en oro sería perseguido durante siglos. El otro gran objetivo de los alquimistas es la obtención del elixir de la eterna juventud. Ninguno de esos objetivos se conseguiría, pero sí que el esfuerzo permite el desarrollo de instrumentos de laboratorio que facilitarían el posterior desarrollo de la química.
Los grandes hitos que marcan el nacimiento de lo que hoy en día se conoce como química no se producen hasta el siglo XVII. La obra El químico escéptico echa por tierra la vieja alquimia. Su autor, Robert Boyle (1637-1691), formula las leyes fundamentales de los gases y distingue entre compuestos y mezclas. Se abre paso así hacia la moderna ciencia química. El verdadero padre de la química es, sin embargo, Antoine Lavoisier (1743-1794), por su formulación de la ley de conservación de la materia. El químico francés rebate la teoría del flogisto y demuestra que el oxígeno del aire se combina con las sustancias durante la combustión. Numerosos descubrimientos permiten el rápido crecimiento y diversificación de la nueva ciencia a lo largo de los siglos XVIII y XIX. Charles Coulomb (1736-1806) introduce la ley de la atracción electrostática. Alessandro Volta (1745-1827) inventa la pila eléctrica. John Dalton presenta en 1803 su teoría atómica, en la que establece que toda la materia está compuesta de átomos, unas entidades pequeñas e indivisibles. Charles Berthollet (1748-1822) estudia la estequiometría en las combinaciones de los átomos. Amedeo Avogadro (1776-1856) propone el principio de que volúmenes iguales de gases contienen el mismo número de moléculas. En 1879, William Crookes descubre los rayos catódicos y marca el camino hacia el modelo atómico que Ernest Rutherford y Niels Bohr presentarían en 1912, lo que abre las puertas al desarrollo de las teorías del enlace químico.
Paulatinamente, la química extiende el estudio de la estructura de la materia y de sus transformaciones a toda la naturaleza, desde lo más simple y pequeño, el átomo, hasta lo más complejo, los organismos vivos. A lo largo de este proceso, la química establece relaciones con la física y la biología hasta fundirse en nuevas disciplinas como la química física y la bioquímica, y se rompen las viejas ideas del vitalismo o la indivisibilidad del átomo. Michael Faraday (1791-1867) acuña el término electrolisis y desarrolla teorías sobre la corrosión y la electrometalurgia. Friedrich Wohler (1800-1882) sintetiza urea, el primer compuesto orgánico. Dimitri Mendeleiev (1834-1907) descubre la periodicidad en las propiedades de los elementos y compila la primera tabla periódica. Josiah Gibbs (1839-1903) introduce las tres principales leyes de la termodinámica y establece una relación entre las energías térmica, eléctrica y química. Henri-Louis Le Chatelier (1850-1936) describe las leyes fundamentales del equilibrio en las reacciones químicas. Friedrich Haber (1868-1924) sintetiza amoníaco. La última parte del siglo XIX asiste al comienzo de la explotación de los productos petroquímicos y a la síntesis a escala industrial de multitud de materiales de aplicación en la vida cotidiana. En el siglo XX se produce una perfecta integración entre la física y la química, de modo que las propiedades químicas se explican en relación con la estructura electrónica de los átomos. Linus Pauling (1901-1994) emplea los principios de la mecánica cuántica para describir el enlace químico en moléculas cada vez más complejas, como las proteínas, y facilita la elucidación de la estructura del ADN por Watson y Crick en 1953. Kary Mullis desarrolla en 1983 un método, denominado PCR, para la amplificación in vitro del ADN, con lo que revoluciona la biología molecular y acelera el proceso de análisis hasta llegar a la completa secuenciación del genoma humano. La química moderna es un conjunto de disciplinas que abarcan el mundo natural, tanto inorgánico como orgánico, y sus objetivos son tanto el análisis como el diseño y síntesis de nuevas sustancias y materiales. [ Miguel Aguilar Urbano ].
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