(AL). Localidad del Levante almeriense, en el límite oriental de Andalucía, en la llanura abierta por los cursos bajos de los ríos Almanzora y Antas. Cuenta con un término municipal de 58 km2, se sitúa a una altura de 95 m. sobre el nivel del mar y censa una población de 11.159 h. en 2006. Situado a escasos km. del yacimiento arqueológico de El Argar, el origen de la ciudad se relaciona con la explotación de los yacimientos argentíferos de Sierra Almagrera, que motivan la fundación por parte de los cartagineses de un asentamiento llamado Baria, cerca de la actual Villaricos. Los romanos siguen viviendo en esta ciudad, encontrándose restos de otra villa en el paraje Rocipón, cerca de la ermita de la Virgen de las Huertas. Estas tierras están en la cora califal de Pechina, en el XI integran la taifa de Almería, gobernada por los Zuhayr, y en el XIII forma parte del reino almohade almeriense, incorporándose al estado nazarita de Granada. Pero no lejos de la frontera con el reino de Murcia, lo que provoca que sus habitantes se establezcan en una aldea del Cerro del Espíritu Santo, que luego se convierte en la cabeza del alfoz más oriental del reino nazarí. Los Reyes Católicos conquistan la villa en 1488, permaneciendo parte de la población andalusí, mermada tras la expulsión parcial de los moriscos y la llegada de algunas familias repobladoras.
El terremoto de 1518 destruye el núcleo del Espíritu Santo, por lo que se funda un nuevo pueblo en el solar del actual. La nueva ciudad tiene planta cuadrada y está protegida por muros de tapial y ocho torres y en el centro se levanta la iglesia parroquial de la Encarnación, sólida construcción que aúna su vocación religiosa y militar. Durante el XVIII, se funda la Sociedad Económica de Amigos del País y en el siglo XIX se vive un periodo de expansión gracias a la fiebre minera, que produce el descubrimiento de una importante veta argentífera en la Sierra Almagrera. Tras décadas de emigración en el siglo XX, la economía de Vera vuelve a renacer gracias a los cultivos intensivos y al turismo, que se agrupa en núcleos costeros como Puerto Rey, Pueblo Laguna, Las Marinas o Playazo. Aparte de los monumentos ya citados, destaca el convento de los Padres Mínimos, de 1606, la ermita de Nuestra Señora de las Huertas, la iglesia de San Agustín, del XVI, la plaza de toros y el Ayuntamiento, ambos de finales del XIX. Celebra fiestas propias: Virgen de las Angustias en junio, la romería de la Virgen de las Huertas en agosto, y las fiestas patronales en honor de San Cleofás en septiembre.
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